Decir ‘es suficiente’ para preservar la salud mental se ha convertido en un acto heroico, más aún entre las mujeres atletas. Por tal motivo, la revista Times ha nombrado a Simone Biles como la atleta del año. La gimnasta estadounidense, renunció a participar a cuatro de cinco finales en los Juegos Olímpicos de Tokio para preservar la salud física y mental.
La gimnasta decidió renunciar acosada por sus propios fantasmas para no poner en riesgo su integridad, más allá de los compromisos asumidos, y luego confesó que era víctima de un trastorno de ansiedad conocido como Twiestis. Por supuesto, su decisión no pasó sin varias críticas, fueron muchos los que llegaron a calificar sus acciones como un berrinche o simplemente como parte de ‘la generación de cristal’.
Pero lo cierto es, que su coraje abrió un debate respecto de las presiones a los que son sometidos los atletas, incluso los de elite, como ella y como la tenista Naomi Osaka, ex número uno del mundo que también puso punto y final a su participación en octavos en la cita olímpica en la que había sido la encargada de encender el pebetero debido a esas mismas presiones.
With the eyes of the world upon her, @Simone_Biles took the extraordinary step of saying: That’s enough. I’m enough #TIMEPOY https://t.co/aVWWOh00g8
— TIME (@TIME) December 9, 2021
«A veces siento como si tuviera todo el peso del mundo sobre mí. No somos apenas un entretenimiento, somos mucho más que eso», decía también tras participar en la prueba de barra de equilibrio, única competencia que finalmente logró disputar.
Tal como cita el medio de comunicación Ámbito, Biles también fue una de las víctimas que se atrevió a denunciar al Larry Nassar, exmédico del equipo de gimnasia estadounidense condenado a prisión por abusar de más de 250 atletas, la mayoría de ellas menores de edad. (KR)
