Un sentido del deber público desde el micromanagement institucional; así entiende y ha redefinido Raquel Arbaje el rol de la Primera Dama. Ya lo dejó claro en su día al espetar sin complejos a los periodistas: “Mi amigo no tengo aspiraciones presidenciales!”. Tanto es así que su marido, el presidente de la República, Luis Abinader, disolvió mediante decreto el Despacho de la Primera Dama (DPD), entidad que su esposa, Raquel Arbaje, declinó dirigir. “Apoyo a mi esposo y me mueve el servicio, cada caso que puedo resolver es en equipo y sin bullas, tener esta oportunidad para ayudar a que nuestro país se institucionalice. Un abrazo.”, cerraba su declaración de intenciones. La Primera Dama prefiere hacer las cosas de forma discreta, eficaz y eficiente, sin el “lost in translation” que implican la “bulla pública” y la hoguera de las vanidades que preside toda corte.
“Apoyo a mi esposo y me mueve el servicio, cada caso que puedo resolver es en equipo y sin bullas, tener esta oportunidad para ayudar a que nuestro país se institucionalice»
Hacer y luego decir, predicar con el ejemplo y luego exigir; en otras palabras, y en castellano antiguo “aplicarse el cuento”. Sensibilidad no le falta ya que lo primero que hizo tras la disolución del ente público que, a priori, “le tocaba”, fue visitar el lugar e interactuar con los empleados.
La sensibilidad parece que preside todo lo relacionado con esta rara mutación institucional. Raquel Arbaje no ha perdido el tiempo; ya figura en el Directorio Nacional del Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (Conani) y en su cuenta de Twitter, ya ha dejado claro que será partícipe de las decisiones que se tomen sobre los niños y adolescentes. El Gabinete de Niñez y Adolescencia fue creado por el presidente Luis Abinader para ocuparse de las uniones tempranas y el embarazo en adolescentes, “dos temas que son verdaderos problemas sociales, pero también dramas personales que roban vidas”.
“Qué satisfacción cuando converso con mis hijas y me dicen:”mami cuando una mujer dice NO, es NO”
En este aspecto su hija, Graciela Abinader, es la mayor cómplice en su propósito de proteger a la mujer dominicana. Así fue puesto en evidencia cuando en el pasado, salieron juntas en defensa de las mujeres que han sido acosadas o abusadas sexualmente y denunciaron a sus agresores. “Qué satisfacción cuando converso con mis hijas y me dicen:”mami cuando una mujer dice NO, es NO”. Es hora de que cada mujer pierda el miedo, denuncie cualquier tipo de acoso. Profundizo en mi formación y me doy cuenta que quedan destellos de “atrasos”. Aquí estoy para servir”, son algunas de sus expresiones.
Para ella, el hecho de que participen varios ministerios e instituciones permite una visión multidisciplinaria sobre estos problemas y amplía el abanico de posibilidades de solución.
“Como ciudadana, me siento en el deber de contribuir con mejorar la vida de los más vulnerables. Iré a las calles a trabajar a favor de los pequeños junto al @CONANIRDo y las demás instituciones…”. La Primera Dama considera que el futuro del país descansa en los niños y adolescentes, por lo que valoró la elaboración y posterior implementación de políticas públicas en beneficio de ese segmento poblacional.
“Como ciudadana, me siento en el deber de contribuir con mejorar la vida de los más vulnerables. Iré a las calles a trabajar a favor de los pequeños junto al @CONANIRDo y las demás instituciones…”.
Entre las acciones del gabinete figuran medidas en educación para la salud y campañas preventivas para evitar los embarazos en las menores de 18 años; se pretende aplicar un plan de prevención de las uniones tempranas y revisar la estrategia de reducción de embarazos en adolescentes, para su integración en una política que unifique la respuesta gubernamental a estas problemáticas. Para tales fines, se contará con la asistencia técnica del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa). Un ángel de la guarda asoma.
Como mujer de gran iniciativa y criterio claro se confiesa apasionada de la mujer emprendedora, no en vano es licenciada en Administración de Empresas, graduada summa cum laude por la Universidad Iberoamericana (Unibe) y políglota; habla inglés y francés.
Raquel Arbaje tiene muy presente en su agenda a la mujer activa ya que ella misma ha trabajado desde temprana edad en las empresas familiares y en el sector de las telecomunicaciones. A ello hay que añadir una década de vida en política junto a su marido, el hoy presidente de la República.
En cuanto al papel de la mujer cree que este debe de ser potenciado ya que, como se demuestra diariamente, su contribución significa un impulso hacia el cambio y mejores formas de convivencia. Su compromiso es “apoyar al Ministerio de la Mujer y a la ministra Mayra Jiménez en todas las iniciativas que amplíen el poder social, político y económico de las dominicanas”; trece mujeres dominicanas recibieron de su mano el premio “Mujer Supérate” por sus logros y trayectoria. Es solo el principio.
Arbaje, sobre la forma de ser de su esposo dice que es una persona “muy pragmática y tímida”. “Son 30 años alrededor de Luis y algo que me atrajo de él era lo mismo que yo sentía: su vocación social, que no me hablaba disparates, no me hablaba de un carro, o sea, yo he sido testigo al lado, delante, en mi propia parte del crecimiento de él”. La Primera Dama, también adjetiva al nuevo presidente del país como un “gran estratega político” y que lucha por lograr sus retos.
