Hay fotografías que cuentan una historia y otras que son la historia misma, como la que compartió el rey Carlos III en conmemoración al primer aniversario de la partida física de la reina Isabel II.
El sumario de la foto, dejó un sólido mensaje sobre el servicio devoto que caracterizó el reinado de una mujer que significó mucho para el mundo. La joven reina de 42 años, sale posando en un retrato oficial de 1968 por Cecil Beaton.
En la fotografía la reina Isabel II sonríe con su atuendo de la Nobilísima Orden de la Liga, la orden de caballería más antigua de Reino Unido, y la tiara de la gran duquesa Vladimir, que posee 15 círculos de diamantes entrelazados.
Lo que quizás sorprendió a muchos, fue el discreto homenaje que el rey Carlos III prefirió hacerle a su madre la reina. En un acto breve, el rey dio las gracias a la acogida que han recibido él y su esposa Camila durante su primer año como monarca.
Pese a esta decisión de no realizar homenajes públicos, se espera que los actos espontáneos llenarán las puertas de Buckingham de flores en memoria de la reina Isabel II, quien siempre se le consideró muy cercana a su pueblo. Una idea que quedó confirmada con las largas filas que se formaron junto a su féretro al momento de su muerte.
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Conmemorando también el ascenso al trono del rey Carlos III, se dispararon salvas de cañón y el cielo se pintó de colores para honrar a la familia real, esa que proviene de la mujer que fue ejemplo de liderazgo.
Este liderazgo atravesó fronteras y creó lazos únicos con los mandatarios de diferentes naciones. Al respecto habló el primer ministro Rishik Sunak, quien listó la magnitud del servicio aportado por Isabel II. Además, dijo atesorar recuerdos de sus encuentro con la difunta reina, en los que quedó impresionado por su «sabiduría, su increíble calidez y gracia, así como su agudo ingenio».
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Por: Karime Rivas.
