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Influencers

Sara ‘Little’ Turnbull, la mente maestra que transformó al mundo que conocemos

11 junio 2022

Todos los que hemos vivido la pandemia por covid-19 hemos llevado el invento de esta maravillosa mujer. Por supuesto el nombre de Sara Little Turnbull no le debe ser para nada conocido, más aún por la modestia con que admitió que solo «tomó algo existente y lo mejoró», pues ella es la creadora de la antecesora a la mascarilla N95 o FFP2; y lo hizo tras realizar varias pruebas con las hombreras y copas de brasieres.

Little es una diseñadora industrial que ayudó a mejorar decenas de productos, convirtiéndose en la propulsora de una filosofía de producto que ponía a los consumidores y usuarios en el centro de los diseños. De hecho, fue una de las primeras mujeres diseñadoras industriales y una de las pocas con éxito en un sector dominado por hombres, tras la Segunda Guerra Mundial.

Un pequeño diamante

Turnbull nació en 1917 en Brooklyn, New York. Hija de inmigrantes rusos, su madre le enseñó desde pequeña a manejar y combinar formas y colores con los quehaceres del hogar. Desde pequeña se interesó primero por el diseño textil, lo que le llevó a estudiar en la Escuela de Diseño Parsons becada por la Liga de Escuelas de Arte de la Ciudad de New York y por el Consejo de Mujeres Judías.

Sara Little Turnbull
Fotografía: Twitter

Debido a su estatura es que adopta el sobrenombre de Little Sara, que luego cambió el orden para ser conocida en el mundo del diseño como Sara Little Turnbull.

Durante sus primeros años como profesional trabajó en las ahora famosas galerías comerciales Macy’s como asistente del director de arte, ocupándose de las ilustraciones, empaquetados y decoración. Tras graduarse comenzó a trabajar en una revista de decoración, donde fue columnista y luego editora de decoración, puesto que ocupó por 20 años.

El diseño de las mascarillas que usamos hoy

En 1995 dejó el periodismo para dedicarse su pequeña empresa consultora de diseño, no sin antes publicar un artículo criticando a los diseñadores de la época que lanzaban productos al mercado pensando en los almacenes y no los consumidores finales. Con el escrito llamó la atención de varios empresarios que le contrataron para ayudarles a diseñar sus productos, diseñarlos y publicitarlos.

Sara Little Turnbull
Fotografía: AEPSAL

Fue para una de estas compañías, 3M, que diseñó la mascarilla destinada en principio a determinados profesionales que luego la pandemia popularizó. Así creó las mascarillas N95 y FFP2, utilizando primero unas hombreras para buscar la forma que cubriera mejor la nariz y boca de los médicos.

Pero por entonces M3 hacía pruebas con un nuevo material transpirable y poroso que ella, con una obvia perspectiva de género, identificó inmediatamente como perfecto para hacer copas de sujetador que fuesen cómodas pero al final diesen el soporte que las mujeres buscaban.

Los directivos de la compañía compraron su idea, pero ella aportó muchas más utilidades para el nuevo material, entre ellos, la de fabricar mascarillas más cómodas y ligeras que las que utilizaban por entonces los profesionales médicos.

En 1961, 3M patentó una primera versión de una mascarilla anticontaminación que utilizaba el material poroso y cintas elásticas en vez de las cuerdas utilizadas hasta entonces que resultaban mucho más lentas e incómodas de ajustar. Primero tuvo uso industrial y años después, médico.

Fotografía: Mujeres con Ciencia.

La curiosidad femenina que puso al consumidor en el centro

Durante sus 70 años de carrera trabajó de forma estretégica., siendo de las primeras en poner al consumidor en el centro del diseño. Con esto fue capaz de generar cambios culturales en organizaciones como Procter&Gamble, Cocacola, Macys, Ford, Pfizer, Revlon o Motorola, entre otras. Colaboró con ellas en el desarrollo de productos de todo tipo, como menaje doméstico, sistemas de almacenaje, cacharros para cocinar en el microondas, cosméticos, muebles, juguetes, cintas adhesivas, interior de coches o trajes espaciales.

“Todo empieza con una curiosidad fundamental. Cuando no encuentro la respuesta en un libro, salgo fuera a buscarla”, llegó a decir la diseñadora.

Por: KR.

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