Los dating apps ya eran una realidad antes del impacto de la pandemia y el aumento de la presencia online, sin embargo, el impacto de la crisis causó que una amplia cantidad de personas se sintieran solitarios, por lo cual decidieron abrir un perfil en la misma plataforma que juraron nunca hacerlo: Tinder.
Conocer al amor de tu vida porque tropezaron en un restaurante o se vieron en el metro de camino al trabajo es cosa del pasado. El amor en línea es un deporte olímpico, existen tantos candidatos que debemos ir aplicando filtros capaces de acercarnos cada vez más al hombre más guapo, habilidoso, romántico y divertido.
Es un juego ganar-ganar: anotas una cita con el hombre ideal y Tinder genera más de $ 790 millones de dólares solo en Estados Unidos. Para finales del año anterior, la comunidad de esta plataforma de citas en línea superó los 195 millones de personas en todo el mundo, una cifra 10% mayor al 2020, según datos de Statista.
De hecho, se estima que la industria que digitaliza las relaciones humanas alcance los US$ 4,500 millones dentro de cuatro años, con preferencia de auge en la nación del Tío Sam. Por otras partes del mundo, los ratios disminuyen, pero el monto generado sigue siendo casi multimillonario.
15 de cada 100 estadounidenses han usado apps de citas, al menos una vez en su vida
El de las mejores estrategias en la mesa de Póker: Match Group es propietaria de Tinder, OkCupid y 46 aplicaciones más. Actualmente cotiza en el Nasdaq a 133 dólares por acción, logrando disparar su valor un 329% desde 2017, año de ingreso a la bolsa. Y, aunque irónicamente los largos meses de cuarentena para evitar contagios de covid-19 interrumpieron años de constante crecimiento, el futuro es favorable.
Tinder domina el mercado por completo y no se limita a nuevas ideas: «Vemos que el futuro está en convertirnos en una red social más amplia», comenta Vicente Balbestre, director de comunicación de Tinder en el sur de Europa; así que posiblemente en el metaverso puedas elegir o descartar a tus candidatos un swipe a la vez.
«La generación Z ya no concibe las relaciones sociales si primero no genera un vínculo a través de internet (…) [para Tinder] esta generación ya significa más de la mitad de usuarios y nos consta que utiliza la aplicación para buscar el amor pero también para pasárselo bien, quiere conocer gente con quien quiere compartir ambiciones», añade Balbestre. (pfm)
