No existe persona con un smartphone en la mano, que ya no se haya dado cuenta de que Elon Musk compró Twitter por 44,000 millones de dólares, a razón de 54,20 dólares cada acción. Y aunque el líder millonario asumió esto como un chiste, han comenzado a llover los titulares apocalípticos que hablan de cómo Elon Musk hará de Twitter un lugar aterrador.
El editorialista Brian Fung de CNN en Español resume esto como un proceso de «autenticación», de cuanto ser vivo haya en la plataforma pero, ¿qué implicaciones tiene esto?
Let’s make Twitter maximum fun!
— Elon Musk (@elonmusk) April 28, 2022
Musk ha argumentado que, más allá de una espectacular operación financiera se convirtió en su nuevo canal para ser aún más rico. Sin embargo, lo que a todos preocupa es su intención de convertirlo en una cruzada personal para «proteger la libertad de expresión».
Esta intención de Musk se cree que será llevada a cabo con dos medidas concretas: por un lado, Elon quiere permitir que los usuarios puedan editar tuits antiguos (y potencialmente problemáticos), pero también reactivar cuentas canceladas. Esto de seguro hace feliz a Trump, ¿o no?
Además, Musk ha insinuado que podría desactivar algunos de los filtros de contenidos que la red social creada por Jack Dorsey utilizó para evitar que proliferara la desinformación, teorías conspirativas o discursos de odio, pero también prohibir el acoso a determinados colectivos y minorías. Y esto incluye a las mujeres.
Una visión nada acertada cuando tenemos en cuenta la gran cantidad de contenido sexual femenino en la plataforma. Aún así, Musk ha defendido su postura a través de Twitter, añadiendo que está «en contra de toda censura más allá de la ley».
By “free speech”, I simply mean that which matches the law.
I am against censorship that goes far beyond the law.
If people want less free speech, they will ask government to pass laws to that effect.
Therefore, going beyond the law is contrary to the will of the people.
— Elon Musk (@elonmusk) April 26, 2022
En un artículo de opinión publicado en CNN por Kara Alaimo, profesora asociada de la Escuela de Comunicación Lawrence Herbert de la Universidad de Hofstra, pregunta: «¿Quienes serán los primeros que abandonen Twitter?». Más abajo en su tesis, ella misma responde: «es probable que las primeras personas en huir sean aquellas que reciben lo peor: mujeres y personas de color».
Se trata de una compra que ha atraído la mirada de varias organizaciones como Ultraviolet, dirigida por Bridget Tood quien asegura que «Twitter al convertirse en una empresa privada sin condiciones expresas para mantener las normas de la comunidad, Musk abrirá la caja de Pandora y las compuertas del odio. Será el lugar más peligroso para las mujeres».
Un estudio elaborado por esta organización alerta de que un tercio de las mujeres menores de 35 años y el 70% de las personas pertenecientes al colectivo LGBTIQ+ han sufrido acoso on-line en algún momento.
La libertad de expresión no es lo único que se encuentra sobre la mesa, también vale recordar que el impero liderado por Musk tiene una relación complicada con las mujeres. Recientemente, una ex empleada denunció la «misoginia rampante» que impera en SpaceX; a la vez que, los casos de discriminación y acoso sexual en Tesla han ocupado los titulares durante meses.
Los goteos ya comienzan a verse. Una de las primera en hacerlo ha sido la activista y actriz, Jameela Jamil. Su mensaje de despedida lo dice todo:
Ah he got twitter. I would like this to be my what lies here as my last tweet. Just really *any* excuse to show pics of Barold. I fear this free speech bid is going to help this hell platform reach its final form of totally lawless hate, bigotry, and misogyny. Best of luck. ❤️ pic.twitter.com/fBDOuEYI3e
— Jameela Jamil ? (@jameelajamil) April 25, 2022
¿Qué piensas de estos cambios?
Por: Karime Rivas.
