El arte se impone contra la guerra entre Ucrania y Rusia, y quizás el punto de quiebre pudo ser la dimisión de Olga Smirnova, la hasta ahora estrella del Bolshoi de Moscú. Tras el rechazo público de la top Irina Shayk, la modelo Natalia Vodianova o la del director de la Orquesta Filarmónica de Múnich Valery Gergiev, la bailarina rusa dijo estar «en contra de esta guerra con cada fibra de su alma (…) nunca pensé que me avergonzaría de Rusia. Pero ahora la línea está trazada entre el ante y el después».
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Natural de San Petersburgo, Olga Smirnova, de 30 años, tiene un abuelo ucraniano y se ha descrito a sí misma como «una cuarta parte de ucraniana» por lo que este conflicto le ha tocado tan de cerca que no podía permanecer indiferente abandonando así el país que la vio nacer y crecer como la gran artista que es.
«Todo sucedió en cuestión de horas. Por la mañana, no sabía que me iba a ir de Rusia. Y, por la noche, estaba sentada en el avión», le contó Smirnova al diario británico The Guardian. Sin poder despedirse de su familia ha llegado a Holanda, donde estableció su residencia temporal.
«La guerra es una forma inaceptable de resolver cualquier conflicto en nuestro mundo civilizado», insiste en decir desde el exilio.
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Smirnova protagonizó recientemente un espectáculo con la bailarina ucraniana Anastasia Gurskaya, que huyó de Kiyv al inicio del conflicto. La gala que agotó sus entradas, se usó para recaudar fondos, pero también para enviar un mensaje de paz y esperanza al mundo.
Y esto no se trata de una iniciativa aislada. El mundo de la danza se ha volcado contra la guerra de Ucrania. En España, el Centro Nacional de Danza, que depende del Ministerio de Cultura, ha anunciado que acogerá a 5 bailarinas del Ballet de la Ópera Nacional de Ucrania a través del programa Talento Emergente.
De hecho, esta iniciativa llega en respuesta a las llamadas por ayuda de las mismas bailarinas, quienes se pusieron en contacto con la institución para exponer su delicada situación tras el estallido de la guerra, y solicitaron ayuda para continuar sus formación artística.
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Tres de ellas van a debutar en el Teatro Real: Anastasiia Hurska, será bailarina principal interpretando el rol de Myrtha en la producción de «Giselle», con dirección de escena y coreografía de Joaquín De Luz. Yelyzaveta Semenenko y Kateryna Chupin también formarán parte del cuerpo de baile de la producción.
Además, la bailarina ucraniana Katjia Khanivkovdel, perteneciente al English National Ballet, interpretará el papel protagonista de Giselle en las funciones del 20 y 21 de mayo. Ucrania y Rusia
Por: Karime Rivas
