Un brief al quiebre del Billionaire Boy’s Club: ¿Qué le falta a LATAM?

Por Karime Rivas | enero 19, 2022

Ser millonaria da cierta confianza y estas mujeres que se están apoderando del club de los millonarios la tienen, de sobra. Son muchos los ejemplos que podría dar al respecto, pero la fundadora de Spanx, Sara Blakely, es uno muy especial que Fortune cita a la perfección como parte de este fenómeno mundial, en que las mujeres comienzan a posicionarse en la lista de los multimillonarios. Sin embargo, Latinoamérica casi no figura en este listado, ¿Por qué?

Sara Blakely puede estar en este momento en su oficina de Atlanta, descansando en un sofá rojo, blanco y negro con estampados de pintura y vestida, apropiadamente, con la nueva ropa de descanso de Spanx. Incluso, «Mick Jagger me ha pedido que le envíe esto», puede ser alguna de las frases de lo más cotidianas en ella. Toda ella expresa el poder de una mujer de negocios.

Fotografía: Mega Ricos

En sólo dos días, después de 21 años de propiedad y gestión de Spanx, Blakely cerró un acuerdo de venta de una participación mayoritaria en su empresa a Blackstone, una transacción que valora el fabricante de ropa interior en 1.200 millones. Esto lanzó a Blakely, que ya era rica gracias a sus años de explotación del floreciente negocio, a un nuevo reino: «La diferencia es que ahora he monetizado el valor», dice.

Blakely, de 50 años, construyó ese valor de más de mil millones en gran medida por su cuenta, sin que hubiera un VC que le diera la oportunidad de compartir la carga. Y lo hizo a su manera, tomando las decisiones de negocio por «intuición», operando lejos de los puntos calientes de la industria de la ropa de New York y Los Ángeles, y concibiéndose a sí misma como más inventora que directora general. Incluso redactó ella misma la patente original de las prendas moldeadoras de Spanx, en lugar de contratar a un costoso abogado: Está colgada en un marco rojo en el vestíbulo de la empresa. Su camino ha tenido muchos beneficios, pero también ha sido uno que «puede ser solitario», dice. «He estado en mi propia isla».

Fotografía: CNBC

Otro ejemplo lo tenemos con la cofundadora de Bumble, de 31 años, Whitney Wolfe Herd, quien hizo pública su empresa de citas, convirtiéndose en la directora ejecutiva más joven de Estados Unidos y la multimillonaria más joven del mundo que hizo su fortuna por sí misma. Wolfe Herd cuenta con una fortuna de 1,300 millones de dólares.

Desde Estados Unidos hasta China, 328 mujeres están en la lista de multimillonarias. Como grupo, las mujeres de la lista suman un valor de 1,530 billones de dólares, un aumento de casi el 60% respecto al año pasado. Uno de los principales factores de su crecimiento ha sido la recuperación de los mercados de valores en todo el mundo.

Doce de estas mujeres comparten su fortuna con su esposo, hijo o hermano, un punto interesante que ha abrazado a República Dominicana. País en que la mayoría de las empresarias han heredado o comparten ganancias con sus familias. Esto se debe en gran medida, a la reciente disrupción que se presenta en los roles de género y el famoso techo de cristal.

Desde un punto de vista global, el techo de cristal ya pasó a ser historia. Sin embargo, en República Dominicana sigue siendo un tema social que debe abordarse y reposa en gran medida en las políticas empresariales y su ejecución que muchas veces va en sentido contrario a lo esperado.

The brief

¿Qué podemos rescatar de estas mujeres que están irrumpiendo en The Billionaire Boy’s Club? Comencemos por la mujer más adinerada del mundo, que es Françoise Bettencourt Meyers, la heredera de L’Oreal, quien obtuvo la mayor ganancia en dólares entre las mujeres cuya fortuna está ligada a las acciones públicas.

Fotografía: Vanity Fair

El precio de las acciones de L’Oreal, en el que ella y su familia poseen una participación del 33%, aumentó casi un 40% desde marzo pasado, lo que ayudó a agregar 24,700 millones de dólares al patrimonio neto de Bettencourt.

Le sigue MacKenzie Scott, exesposa del jefe de Amazon, Jeff Bezos, quien también se hizo más rica este año, a pesar de sus extensos esfuerzos filantrópicos durante la pandemia. Scott, quien se ha comprometido a regalar su riqueza “hasta que la caja fuerte esté vacía”, donó casi 6,000 mdd a organizaciones benéficas en todo Estados Unidos durante 2020.

Gracias a las crecientes acciones de Amazon que obtuvo en el divorcio, ahora vale más (53,000 millones de dólares en la lista de este año) que cuando comenzó (36,000 millones de dólares en nuestra clasificación de 2020).

Lo que aparentemente parecen sucesos alineados, que conspiraron a favor de ellas, en realidad se trata de una fórmula base fundamental del éxito: estuvieron preparándose por años para tomar la oportunidad en cuanto se presentó, confiaron en las acciones públicas y su intuición fui valiosa al momento de negociar. Siendo el último uno de los recursos más valorados en las mujeres de éxito y el más cuestionado por sus colegas del sexo opuesto. (KR)