Ysabela Molini: naturaleza, barro y color

Por Karime Rivas | mayo 23, 2021

“Históricamente los artistas han usado sus casas como laboratorios de experimentación estética y yo, sin darme cuenta, he hecho lo mismo por mucho tiempo”.

Los proyectos de interiorismo que Ysabela Molini ha llevado a cabo han sido muy personales. El hilo conductor entre ellos es que pasó varios años trabajándolos y esto le permitió vivir y observar los espacios para entender sus necesidades y las de sus hijos como usuarios. En este recorrido especial cortesía de Hola República Dominicana, conoceremos más a fondo sobre la artista.

Vive entre antigüedades en su casa de la Ciudad Colonial de Santo Domingo y le gusta entender la procedencia de los objetos con los que habita. Aunque le tome tiempo obtener las piezas con las que quiere vivir, las espera con los espacios vacíos. Esto le ayuda a reflexionar sobre cuánto quiere esa pieza y lo que representará tenerla espacial y personalmente. En la mayoría de los casos, los objetos que ha adquirido han sido elaborados manualmente. De los que emergen de técnicas industriales o semi industriales, como suele suceder con textiles, le gusta que su procedencia sea de manufactureros pequeños. “Estos factores hacen que se sienta el paso del tiempo, la intención de congruencia histórica y la manualidad dentro de sus espacios”.

Fotografía: arte boheme

Sus clientes son compradores de cerámica y, los más recientes, del mundo académico. Aborda el interiorismo desde una exploración personal. “Históricamente los artistas han usado sus casas como laboratorios de experimentación estética y yo inicialmente, sin darme cuenta, he hecho lo mismo por mucho tiempo”, nos confiesa. Prefiere la iluminación indirecta proveniente de lámparas que sean en sí piezas interesantes, versus sistemas de iluminación integrales. Disfruta mucho el efecto de la luz de velas. “Tengo gran parte de mi vida adulta coleccionando piezas poco a poco”.

Ysabela tiende a ser bastante liberal con el uso de revestimientos, desde habitaciones pintadas a mano con murales de piso a techo hasta espacios revestidos en su totalidad con cerámica. “Creo que tengo un caso serio de horror vacui”, nos cuenta, divertida. “Por eso quizás tardo tanto tiempo en terminar”.

Fotografía: Arte Boheme

Los dos aspectos más importantes para la cera- mista son el entendimiento espacial y arquitectónico, además del dominio de proporciones. Las partes de las casas que más le gusta diseñar son baños y cocinas.

Ysabela siente por esta casa un profundo apego. Lleva tres años trabajándola y va por un poco más de la mitad. “La casa tiene exageración en temas como los revestimientos, por ejemplo, he hecho, y sigo haciendo mucha cerámica para ella. Trabajo con un muralista quien esta casi en residencia”.

Él ha pintado a mano muchos espacios. Ella y sus dos hijos se han involucrado en los motivos de los murales desde el principio y ha sido un proceso de aprendizaje y gozo para los tres. “Nuestra vida en esta casa tiene muchas dimensiones y una de las centrales es el cuidado de los elementos coloniales
y el mantenimiento de sus materiales nobles”. Es una casa muy antigua y la responsabilidad de mantenimiento es enorme.

Fotografía: Hola RD

Ysabela Molini ha asumido esta responsabilidad con amor y se ha convertido en una parte importante de su vida.

Fundadora de Casa Alfarera Santo Domingo. Licenciada en historia del arte e hizo estudios críticos y visuales por Pratt Institute NY. Actualmente es candidata a maestría dual entre New School NY, y Cooper Hewitt Smithsonian Museum. Actualmente Ysabela Molini es eminarista en historia del diseño para Mindway Madrid, escuela avalada por la Universidad Complutense de Madrid. Adicionalmente es asistente de investigación arquitectónica para el departamento de educación del museo Cooper Hewitt NY y colaboradora intermitente de la escuela de diseño de Altos de Chavón desde el año 2010.