Zoe Saldaña, el liderazgo femenino detrás de una ‘change maker’

Por Karime Rivas | mayo 11, 2021

Zoe Saldaña es una de las dominicanas que forman parte de nuestro ranking The Change Makers 2021, y no es puna coincidencia. Realmente se trata de una mujer que está impactando el mundo, no solo con su talento en la pantalla grande, sino con el liderazgo que ella representa.

En una entrevista exclusiva para ¡Hola! República Dominicana, Zoë Saldaña, la latina más exitosa de Hollywood, develó su intimidad, al compartir todo lo que conforma el universo detrás del éxito: sentimientos por su familia, experiencias dolorosas de su infancia y confesó las primeras lecciones que, como madre, le da a sus gemelos Cy y Bowie.

Esta hermosa mujer, cálida, transparente y divertida es una verdadera estrella, reconocida en todo el mundo, sin embargo su prioridad es iluminar su propia vida con el amor por los suyos.

¿El arte debe imitar a la vida?

—Creo que si eres el tipo de artista que te gusta usar tu voz para relatar las cosas que ves en el mundo, ya sea simbólicamente, figurativamente o verbalmente, debes tener la responsabilidad de llevar el arte a tu vida.

¿Cuánto le afecta a Zoë cuando tiene que estar tanto tiempo lejos de su familia?

—Me afecta, es insoportable, inconcebible, no me gusta, no solamente porque ahora tengo esposo y a mis hijos; siempre ha sido difícil para mí estar lejos de mi mamá, mi papá, mi abuela y mis hermanos.

Cuando trabajo estoy rodeada de gente que extraña lo mismo que yo, porque están casados y tienen hijos. Se produce un vínculo y nos acompañamos, pero hay que enfocarse en lo que estás viviendo, trabajar y hacerlo bien. La distancia la sientes en las entrañas y se convierte en una situación insoportable. Cuando estoy viajando y hay una celebración familiar, me duele mucho perder esos momentos, porque ya los he perdido por tantos años que no quiero darme el lujo de hacerlo más. Mi familia me da la riqueza espiritual, son ellos los que me hacen estar bien.

Como madre de Cy y Bowie, tienes la responsabilidad de enseñarles para que no tengan barreras discriminatorias… ¿Con cuáles lecciones estás empezando?

—Con ninguna barrera, no les voy a hablar mal del mundo, no les voy a decir a mis hijos: ¡Ay! este mundo es bien duro para tí!. No voy a hablarles de cosas feas, porque al racismo no tienes que darle ninguna atención en tu existencia, ni en conversaciones, ni quejándote. Quiero que si mis hijos algún día oyen un chiste sobre una persona de color digan: ¡Nosotros no hablamos así!

Cuando era pequeña, nuestra ida de New York a República Dominicana fue un poquito triste, la etapa más cruel de una persona es la infancia, porque los niños pueden ser muy crueles si se crían con ignorancia en sus casas. No saben lo que están diciendo ni lo que significa y pueden decirle «maldito prieto» a un niño de tez oscura y lo que eso causa en ese niño es terrible.

Sientes humillación y falta de respeto, hieren tus sentimientos y vas a tu casa, te miras en el espejo y te dices: ¿Pero qué hice?, ¿Por qué, si esta soy yo, por qué me hablan de esta manera? Fue bien difícil porque nuestra niñez la pasamos… Yo no quiero olvidarme nunca de cómo eso me dolió y afectó mi vida. Por lo tanto, para mi esposo y para mí es muy importante lo que se dice, cómo se dice, lo que se dice en nuestra casa, que nunca se acostumbren a escuchar discriminaciones y mucho menos que los discriminen a ellos. Siento que eso los va a ayudar a manejarse en el mundo y a enseñarles a tener autoestima.

Te diagnosticaron Tiroiditis Hashimoto, uno de los síntomas es el cansancio. De dónde sacas la energía para ser madre, esposa y viajar a promocionar Star Trek.

—Todo tiene que ver con tener un balance con lo que ponga dentro de mi cuerpo, no solamente en mi piel y mi cabello, incluso el maquillaje, hasta con lo que lave mi ropa, con lo que cocine para mi familia. Son cosas mínimas pero pasan los 365 días del año conviviendo con muchos químicos y tu cuerpo está constantemente absorbiendo eso. Química en tu agua, en tus jugos, en tu jabón, en tu ropa, en las cremas… y llega un momento que comprendes que estas dándole a tu cuerpo una sobredosis de cosas que no son beneficiosas para uno.

Por eso tuve que crear un poco más de conciencia hacia eso, porque ese es el gran factor en la falta de salud que yo pueda tener, depresión y falta de calidad en la estética.

Cuando haces conciencia de eso, alimentarte se vuelve un placer, porque cualquier cosa que le dé a mi cuerpo, que me dé calidad y me haga sentir bien, yo la hago. Lo que no me gusta es tomar una pastilla para cada síntoma, eso me da mucho miedo. Las compañías farmacéuticas ya nos tienen a toda la raza humana completamente adicta y dependiente de lo que ellos nos recetan, hacen cocteles completamente sintéticos y artificiales para curar ese punchazo que te dio tu estomago, pero ese punchazo te dio porque te estas tomando una pastilla para otra cosa y ahora te estas bebiendo dos medicamentos y así dañas los riñones… y te dan otra cosa para los riñones y llega un momento que estás consumiendo siete pastillas distintas al día, sintéticas y artificiales, y después te preguntas por qué te sientes así de fatigada.

Dices: No busco el éxito constante. No tengo ese tipo de aspiraciones. No quiero vivir así. ¿Cómo es la vida que si quieres vivir?

—Me gusta mucho la vida sencilla. Mi esposo y yo estamos buscando en nuestras vidas, y lo estamos encontrando, levantarnos en la mañana, mantener los rituales que hemos establecido con nuestros hijos, y no romperlos, para que ellos sientan una coherencia y continuidad con las personas adultas, en las que ellos confían, crearnos una vida, saber que luchamos para mantenernos presentes como familia en lo cotidiano.

Fotografía: Hola

¿Qué hacen cuando están solos los cuatro en casa?

—Gracias a Dios simplemente hacemos las cosas que nos dan felicidad a Marco y a mí y las compartimos con Cy y Bowie, es lo mejor que les podemos dar y enseñar. Mi esposo es pintor, artista, escultor, entonces nos ponemos aquí en la casa a pintar en pijamas (risas), los niños algunas veces con sus pañales. Bailamos, cantamos, ponemos música clásica, a Juan Luis Guerra, a Ornella Vanoni, a Mina (y nos tatarea una canción de Mina), mantenemos una casa viva disfrutando la cultura. Compartimos también con los vecinos, se hablan diferentes idiomas y nos encanta quedarnos trancaditos y crear como un campamento, una cueva dentro de la casa o traer un colchón a la sala. Nosotros somos bien bohemios y nos gusta hacer lo que se nos antoja, lo que sentimos en el momento.

Detrás de las luces, la cámara y toda esa acción hay una mujer que asume retos familiares y personales, y cuya forma de afrontarlos le ha valido su puesto como una ‘Change Maker’.

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