La pandemia puso de relieve lo interconectado que está el mundo. Una realidad que, en su parcela comercial, se traduce en una suerte de dependencia de las cadenas de suministro. Su buen funcionamiento influye en la distribución, los precios y, en último instancia, en el día a día de los ciudadanos.
2023 es un desafío para estas cadenas globales, que se enfrentan a cinco grandes retos. Cinco problemas que pueden afectar a los plazos de distribución, particularmente de productos electrónicos o automóviles que se producen en China y se entregan a los mercados occidentales. Si bien la escasez es poco probable, algunos bienes podrían tardar más en llegar a nuestras tiendas.
La atención se ha desplazado este año al aumento del costo de vida. Así, la subida de las facturas de los hogares y el impacto de la inflación podrían reducir la demanda en cierta medida. Con todo, la escasez generalizada, cuando la falta de oferta satisface el exceso de demanda, es poco probable.
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Según el World Economic Forum, estos son los cinco retos que enfrentarán las cadenas de suministro globales en 2023:
La inflación vertiginosa ha golpeado a los hogares, especialmente por el aumento de los costos de los alimentos. Las expectativas de que los consumidores tendrán que reducir severamente el gasto este invierno han hundido la demanda de bienes y servicios en la incertidumbre. Esto dificulta que los planificadores de la cadena de suministro estimen con precisión por adelantado las cantidades y los tipos de bienes que probablemente necesitarán los consumidores.
El aumento en el costo de vida también ha llevado a muchos trabajadores a exigir aumentos salariales para mantener su poder adquisitivo. La acción industrial aumenta la presión sobre las cadenas de suministro. Por ejemplo, los camioneros en huelga en Corea del Sur interrumpieron la distribución de computadoras este verano, mientras que las huelgas ferroviarias del Reino Unido afectaron a las entregas de materiales de construcción. Los trabajadores portuarios estuvieron en huelga en Alemania y el Reino Unido, mientras que se espera que los centros de carga en Irlanda se obstruyan debido a las huelgas en el puerto de Liverpool al otro lado del Mar de Irlanda. Algunos sindicatos del Reino Unido han planteado la idea de una huelga coordinada en los próximos meses. Además, la escasez de conductores de camiones observada en 2021 ha continuado este año.
La inflación no sólo ha sido un problema para los precios de los alimentos, sino también para los costos de la energía. El aumento de los precios del gas y la reducción del suministro de Rusia están obligando a las empresas europeas a buscar fuentes de energía alternativas como el carbón. Mientras, una investigación de las Cámaras de Industria y Comercio de Alemania muestra que el 16 % de sus empresas esperan reducir la producción o interrumpir parcialmente las operaciones comerciales. Alemania es la economía más grande de Europa y depende en gran medida de las exportaciones. Si espera una recesión, el impacto en las cadenas de suministro de fabricación a nivel mundial podría ser significativo. Pero incluso los países que dependen menos del gas ruso están experimentando aumentos en los precios de la energía con graves consecuencias para las empresas. Pakistán, por ejemplo, ha acortado su semana laboral para reducir la demanda.
La invasión de Ucrania es causa fundamental del aumento de los precios de la energía y los alimentos. Las cadenas de suministro se han desordenado, avivando una crisis alimentaria mundial. La escasez de fertilizantes también está limitando la producción agrícola en muchos países. Si bien algunos barcos de granos han salido de Ucrania, desbloqueando cargamentos importantes que abordarán la hambruna en países como Yemen, esto no resolverá la crisis mundial de suministro de alimentos. En otros lugares, las tensiones entre China y Estados Unidos previas a la pandemia han continuado. Los recientes ejercicios militares chinos en el Estrecho de Taiwán tras una visita a la isla de la presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, interrumpieron en agosto una de las zonas de envío más concurridas del mundo.
El cambio climático es un problema mucho más antiguo para las cadenas globales. En 2022, la sequía provocó que los niveles de agua disminuyesen en todo el mundo, afectando las principales rutas de suministro de envíos. La marea baja significa que los barcos solo pueden transportar una fracción de su carga habitual para minimizar el riesgo de encallar. Si bien la carga puede desviarse a otros medios de transporte, se pueden necesitar más de 500 camiones para mover la carga de un barco. En los últimos meses, partes del río Yangtsé, que es responsable del 45 % de la producción económica de China, se han cerrado a los barcos porque los niveles de agua están más del 50 % por debajo de lo normal. Dos tercios de Europa también están experimentando condiciones de sequía, que se espera que empeoren. Los fenómenos meteorológicos extremos son cada vez más frecuentes e intensos debido al cambio climático. Las predicciones para el clima extremo durante el invierno de 2022 incluyen una temporada de huracanes más activa de lo habitual, que podría afectar varias rutas marítimas clave del océano Atlántico.
Análisis publicado en la edición de enero de revista Mercado.
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