¿Quién no ha dedicado horas y horas a preparar presentaciones de no más de 10 minutos? Sin duda estos es sinónimo de trabajo duro pero, en muchas ocasiones, incorrectamente dirigido. La sobrepreparación y la lucha por la perfección pueden causar dificultades. Parte del rol de un líder o CEO es asegurarse de que sus empleados no desperdician tiempo en detalles que no importan, extrayendo y analizando datos incorrectos y respondiendo preguntas innecesarias.
Algunos podrían argumentar que estos son errores que cometemos en el transcurso de nuestras carreras y que pueden ayudarnos a aprender y ser mejores líderes. Sin embargo, la investigación muestra que, contrariamente a lo que a muchos de nosotros nos han enseñado, los errores que cometemos sólo son educativos cuando están cerca de la respuesta correcta.
Por tanto, no hay un beneficio especial en un proceso en el que terminamos volcando nuestros esfuerzos de forma errónea. Para evitar que eso suceda en nuestro equipo, estas son algunas claves con las que los líderes pueden ayudar a sus equipos a trabajar de manera más inteligente, y no solo más intensa:
Los líderes deben ayudar a sus empleados estableciendo fechas de finalización claras para las grandes iniciativas, asignando horas aproximadas para los hitos clave del proyecto y capacitando a las personas si dedican demasiado tiempo a una tarea específica. Es necesario tener en cuenta que cuando un miembro del equipo pasa horas trabajando en algo incorrecto, ello puede crear un efecto dominó en el resto de la iniciativa.
Finalmente, los líderes deben recordar que existe una diferencia entre proporcionar una dirección útil y microgestionar los detalles.
Los líderes necesitan tratar de asegurarse de que los miembros de su equipo no queden atrapados en la búsqueda del perfeccionismo. Los estudios muestran que esforzarse por ser perfecto puede sabotear el éxito laboral, provocar agotamiento y problemas de salud. Entrenar a los miembros del equipo para que dejen de ser perfectos es una de las formas en que podemos ayudar a retener nuestro talento.
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Como líderes, seamos vulnerables sobre nuestros propios viajes respecto al perfeccionismo. Anima a los miembros del equipo a configurar temporizadores para tareas más pequeñas, como redactar correos electrónicos o buscar imágenes para presentaciones. Recuérdales que es humano cometer errores; el error tipográfico en el boletín o el archivo que no se adjuntó al correo electrónico no destruirá su carrera. Finalmente, valora que, a veces, algo hecho es mejor que algo perfecto.
Muchas personas tienen problemas para pedir ayuda a lo largo de sus carreras. Si les asignan un proyecto, piensan que es su responsabilidad completarlo de forma independiente.
Como líderes, debemos entrenar a nuestros equipos para que pidan ayuda. Incluso a veces nos tocará pedirla en su nombre y presentarles personas a lo largo de la organización. Debemos ser organizacionalmente conscientes del trabajo que se lleva a cabo en otros departamentos, así como de las tareas que se superponen y pueden complementar las iniciativas que estamos liderando. Entonces podemos trabajar colectivamente en las cosas correctas en bien de la organización.
Cuando nuestros equipos trabajen de manera más inteligente, no necesariamente más intensa, verán el impacto que están teniendo en la empresa. Asegurarnos de que nuestros equipos sientan que sus contribuciones son importantes es una de las mayores herramientas de retención de talento que tenemos.
¿Les dices a tus empleados que los aprecias? El valor del reconocimiento
De Harvard Business Review, por Mita Mallick
(Mita Mallick es jefa de inclusión, equidad e impacto en Carta)
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