Apenas inicia el proceso, se prevén situaciones que pudieran significar el fin –provisional– de las vacunas contra el nuevo coronavirus; la alta demanda de materias primas para la creación de la inyección ha superado la oferta.
La industria farmacéutica identificó la escasez de materias primas como uno de los mayores obstáculos para aumentar la producción mundial, esto, sin tomar en cuenta la segunda vicisitud enfrentada desde hace unos meses atrás: las variantes existentes y a existir.
Debido al impacto de la enfermedad al mundo, junto a la pronta necesidad de una solución, el mercado de las vacunas está previsto a valer hasta $ 10,000 millones de dólares al año, suponiendo un aumento mayor a 600%.
El desbalance se genera apenas las compañías anticipan producir entre 10,000 y 15,000 millones de dosis exclusivamente de vacunas anticovid, cuando normalmente se fabrican menos de 5,000 millones de todas las otras inoculaciones.
A raíz de la demanda, las naciones limitan la exportación de vacunas y materias primas para la fabricación de la misma. Richard Hatchett, consejero delegado de la Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias, considera alarmante el hecho puesto a que podría afectar a la distribución de otros productos médicos.
Dado el caso que la oferta de materias primas se asimile a la demanda, el sector farmacéutico se enfrenta a las variantes del nuevo coronavirus SARS-CoV-2; tres de ellas se ha confirmado que aumentan el contagio y también pueden provocar síntomas más severos.
El mundo todavía teme ante la posibilidad que aparecerán más, el laboratorio Moderna se prepara para la predicción: Stéphane Bancel, consejero delegado de la compañía, afirma ya anticipan trabajar sobre la base de una vacuna multivariantes.
«Estamos aplicando una técnica con dos ARN, el original y uno nuevo, que es una copia exacta de la secuencia genética de la variante encontrada en Sudáfrica. Los datos clínicos son esperanzadores», reveló.
La propuesta, planteada por India y Sudáfrica, pretende suspender temporalmente las patentes sobre las vacunas para aumentar la producción y atender la demanda mundial. Sin embargo, Moderna se opone junto a un grupo de países desarrollados; el planteamiento lleva seis meses como tema de discusión en la Organización Mundial del Comercio (OMC).
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