Alcohol para evadir, el mal hábito de gratificarse

Por | mayo 4, 2021

En situaciones de crisis, aislamiento o incertidumbre, las personas se confrontan inevitablemente con sus problemas, frustraciones y soledad. Muchos intentan llenar ese vacío mediante una estrategia de compensación que, si no se le presta la debida atención puede derivar en adicciones o abusos de sustancias perjudiciales para la salud.

¿Por qué las personas buscan gratificarse? ¿Por qué escogen el alcohol y no otras formas menos dañinas como el ejercicio, por ejemplo? Recordemos que el alcohol es una droga legal que puede cambiar el estado de ánimo sumamente rápido y mucha gente admite que le ayuda cuando se siente nerviosa o deprimida.

Según la psicóloga Giuliana Rivera Farfán, “elegir el alcohol tiene que ver con el recuerdo de la sensación de placer momentáneo y con la búsqueda de repetir esa experiencia sin tomar en cuenta los efectos colaterales que trae”.

“Pero gratificarse no es malo. Una copa de licor ocasional no es lo mismo que beber hasta la inconciencia”, aseveró Rivera.

Lo que puede comenzar como un gusto para escapar de la realidad, puede acabar como una dependencia de difícil retorno y de fuerte impacto en nuestro núcleo familiar y social. Incluso, puede llevar a perder el control de los actos al encontrarse con la presión de una situación prolongada de confinamiento.

El alcohol provoca un aumento súbito de endorfinas en el cerebro, que nos producen una sensación de bienestar. “Es la forma más rápida para calmar lo que sienten, pero también la más ineficiente porque no la estarían resolviendo sino más bien colocando una especie de anestesia y sumando un problema más”, dijo Guiliana Rivera. La razón es que, cuando dejas de beber, ese estado de ánimo vuelve a bajar.

Para prevenir estos excesos que pueden poner en riesgo la salud lo primero es tomar consciencia de lo que nos ocurre y lo que nos lleva a consumir estas sustancias. También es importante comunicárselo a alguna persona cercana para que nos pueda ayudar cuando queremos recurrir a ellas. Igualmente, debemos encontrar formas más creativas de calmarnos y otras activida- des que nos permitan relajarnos.

Si este deseo de beber alcohol en exceso continúa, busca ayuda profesional de inmediato.