Economía de guerra: Europa quiere racionar el gas

Por [email protected] | julio 22, 2022

La guerra en Ucrania se alarga y, con ella, además del drama humanitario, se acumulan los problemas económicos para Europa. Uno de los principales es la escasez de gas. El continente depende en gran medida de Rusia para abastacerse. Con el conflicto y las sanciones impuestas, el escenario se torna cada vez más complicado.

En este contexto, Bruselas lanzó una petición a los países propia de un contexto de economía de guerra: racionar el gas. Reducir su consumo un 15 %. Una propuesta apoyada por algunos países, pero rechazada por otros.

¿Qué dice la Unión Europea?

gas ruso

La Comisión Europea (CE) planteó que todos los países de la Unión Europea reduzcan voluntariamente un 15 % su consumo de gas hasta primavera para prepararse ante un posible corte del suministro ruso. La propuesta incluye que, en caso de emergencia, el recorte sea obligatorio.

Bruselas argumenta que esta medida será menos costosa económica y socialmente que actuar de forma precipitada cuando llegue la crisis. Asegura que el impacto de un corte total del gas ruso sobre el PIB será un tercio menor (0.4 %) si se actúa desde este verano.

«Tenemos que convencer a todos de la necesidad», afirma Frans Timmermans, vicepresidente de la Comisión responsable del Pacto Verde. «Algunos dependen más del gas ruso, pero los que no dependen tanto se verán afectados indirectamente cuando se cierren empresas y se pierdan puestos de trabajo. Cada ciudadano tiene que contribuir a gastar menos gas».

Si la propuesta recibe el visto bueno de los 27 miembros de la UE en su reunión de ministros de Energía del martes, los países tendrán que presentar hasta el 20 de septiembre sus planes de emergencia actualizados con las medidas que adoptarán. Además, deberán informar cada dos meses de los progresos.

Alemania y Francia, a favor

robert habeck alemania

El planteamiento ha generado polémica en el viejo continente. Por un lado, potencias como Alemania, especialmente dependiente del gas ruso (un 55 % antes de la guerra), y Francia se han posicionado a favor de obra. «Es una propuesta correcta», afirmó el ministro germano de Economía y el Clima, el verde Robert Habeck.

«Rusia es un factor de riesgo creciente en el sistema energético», apuntó. Habeck considera que lo correcto es mantener el principio de «unidad» en la respuesta a Moscú y que todos los países «contribuyan» a reducir ese consumo, de acuerdo al principio de «solidaridad».

Francia, cuya dependencia del gas ruso suponía menos del 20 % antes de la guerra, también apoya la medida, aunque con algún matiz. “Es primordial que actuemos de forma coordinada a nivel europeo», explican fuentes del gobierno galo. «Francia está dispuesta a asumir su parte en la solidaridad europea» y está «en contacto estrecho y permanente con sus vecinos sobre este tema».

Eso sí, Francia apunta que “es una proposición que primero debe ser analizada porque las condiciones, incluidas las de carácter técnico, son diferentes según los países”.

España y Portugal, en contra

duarte cordeiro portugal

En el otro lado de la mesa se sitúan España y Portugal. «Defendemos los valores europeos, pero no podemos asumir un sacrificio sobre el que ni siquiera nos han pedido opinión previa», aseguró la ministra para la Transición Ecológica de España, Teresa Ribera, que consideró que la idea de Bruselas «no es necesariamente la más eficaz, ni la más eficiente, ni la más justa».

«Hay muchos socios europeos que lo están pasando mal y ven con enorme preocupación el otoño y el invierno», por lo que España ayudará «de forma solidaria» poniendo a disposición todas sus infraestructuras y su capacidad de apoyo, pero «defendiendo todo el respeto que nos merecemos los españoles y la industria española», aclaró Ribera.

España tiene un sólido aliado en su vecino, Portugal. “Vamos a rechazar la propuesta si se presenta en estos términos», señaló Duarte Cordeiro, ministro de Medio Ambiente y Acción Climática. «Tal como está, no la aceptamos».

La cuestión, afirmó el ministro luso, es considerar las particularidades de cada región: Portugal no tiene conexiones energéticas con Europa y sufre una grave sequía que se traducido en una caída de la producción de energía hídrica de casi el 50%. «Compartimos esta perspectiva con España». Grecia también ha mostrado su desacuerdo con la propuesta de Bruselas. La polémica está servida.

Por Redacción Mercado, con informacion de EFE

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