¿Vacuna contra el VIH? Prueban una nueva estrategia

Por [email protected] | septiembre 22, 2022

La lucha contra uno de los virus más escurridizos que existen en el planeta podría estar a las puertas de una novedad clave. Un equipo de investigadores del Instituto de Inmunología de La Jolla (LJI), en California, ha descubierto cómo el sistema inmunitario se transforma en una máquina de fabricar anticuerpos capaz de neutralizar el VIH. Sus estudios podrían dar un giro a la forma de atacar la enfermedad. Los investigadores pensaban que los linfocitos B (fabrican anticuerpos) pasaban semanas perfeccionando su armamento contra las amenazas virales. Sin embargo, la nueva investigación demuestra que una estrategia de vacunación de «entrega lenta y dosis creciente» puede hacer que estas células pasen meses mutando y mejorando sus anticuerpos contra el patógeno.

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Las conclusiones fueron publicadas en la revista Nature y suponen un paso importante hacia el desarrollo de vacunas eficaces y duraderas contra el VIH, la gripe, la malaria y el SARS-CoV-2. «Esto demuestra que el sistema inmunitario puede hacer cosas realmente extraordinarias si se le da la oportunidad, y que en algunos contextos, la paciencia es realmente una virtud«, subraya el autor principal del estudio, Shane Crotty, del LJI.

Las células trabajan en equipo

Se trata de una labor de equipo que sucede dentro de nuestro cuerpo. Los patógenos que atacan al organismo están cubiertos de proteínas desconocidas. Cuando las células dendríticas (se encuentran en los tejidos, como la piel) las ven, envían señales a las células T para que empiecen a formar un ejército. Las células B reciben el aviso de que hay un invasor cerca y el marcador molecular (o antígeno) para reconocerlo. Entonces, comienzan a fabricar anticuerpos en los «centros germinales», donde los linfocitos B mutan y prueban sus anticuerpos.

Aquí se lleva a cabo un proceso de selección. Los linfocitos B que no mutan y no mejoran sus anticuerpos son eliminados. Los que presentan útiles son enviados al cuerpo para luchar contra el patógeno. Cuando la amenaza ha pasado, los centros germinales colapsan (no se conoce el motivo). Muchos científicos, como Crotty, buscan la fórmula para que estos centros duren más, porque algunos patógenos solo pueden ser neutralizados por anticuerpos raros y altamente especializados. El VIH es uno de ellos; su capacidad para cambiar de forma hace que sea muy difícil de detectar para las células inmunitarias.

¿Cómo se realizó la investigación?

El nuevo estudio pone de manifiesto la importancia de alargar el periodo en el que las células B pueden evolucionar en los centros germinales. Para la investigación, colaboradores del Centro Nacional de Investigación de Primates de Tulane vacunaron a monos rhesus con dos estrategias diferentes. Estos fueron los resultados:

  • Monos con siete inyecciones y sin dosis de refuerzo: tenían una población estable y duradera de anticuerpos contra el VIH seis meses después del tratamiento. Además, tenían más células inmunitarias (células T auxiliares) listas para reconocer el antígeno del VIH y lanzar las células B a la batalla
  • Monos con dosis de refuerzo: tuvieron un segundo «pico» en el número de anticuerpos después de su inyección de refuerzo, pero no terminaron con los mismos anticuerpos de alta calidad.

La conclusión fue clara: la estrategia de administración lenta y dosis escalonada había dado sus frutos. El equipo estudia ahora si puede conseguir la misma calidad de anticuerpos con dos vacunas frente a siete, y también si puede diseñar una vacuna de ARNm que provoque la misma evolución de los linfocitos B mediante la producción lenta de antígeno a lo largo del tiempo. En definitiva, pasos muy relevantes en la lucha contra el VIH.

Información de la agencia EFE

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