La búsqueda de alternativas verdes para hacer frente a las emisiones contaminantes derivadas de los hábitos de consumo de la humanidad, mantiene a los organismos financieros con ofertas para los países que buscan soluciones al problema.
Son varios los esfuerzos que la comunidad internacional ha propuesto y colocado al alcance de los países para que se sumen a la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) contra el Cambio Climático.
Se estima que los fondos de los organismos financieros internacionales ascienden a los 800 mil millones de dólares (mdd) y están repartidos para proyectos de sostenibilidad, energías verdes, restauración de áreas protegidas, reducción de emisiones tóxicas, sólo por mencionar algunos.
Además, la banca dominicana también se ha sumado a los esfuerzos en este sentido, dado que el Banco Popular y el Banco de Reservas (Banreservas) cuentan con programas de presupuestos robustos para financiar proyectos verdes.
Actualmente, el BID apoya dos proyectos: uno de 24 mil mdd para el financiamiento climático y verde hacia 2025; además de otro de 4 mil 500 mdd para operaciones relacionadas con el clima.
De todos los proyectos aprobados por el organismo en el 2021, cerca del 70 por ciento incluyó uno o más componentes para hacer frente al cambio climático, mientras que el 75 por ciento abordó cuestiones de género.
El BM puso en marcha el Plan de Acción sobre el Cambio Climático, a través del cual se entregaron más de 83 mil mdd en financiamiento climático a lo largo de cinco años, lo que incluye la cifra récord de 21 mil 400 mdd de 2020.
La Hoja de Ruta está establecida para el periodo 2021-2025 y busca ayudar a los países a integrar plenamente sus objetivos climáticos y de desarrollo. El plan surgió en un momento en que los países buscan caminos sostenibles para recuperarse, tras las conmociones causadas por el Covid-19.
Las principales acciones del plan son: identificar y priorizar las medidas que permitan abordar las oportunidades de mitigación y adaptación de mayor impacto, incrementando el financiamiento climático en consecuencia.
Esta instancia anunció en octubre que discutiría en sus reuniones los planes sobre un fondo fiduciario para alentar a los países a orientar sus economías hacia un futuro más amigable con el clima y con bajas emisiones de carbono.
La directora del FMI Kristalina Georgieva, dijo a la prensa que el Fondo de Resiliencia y Sostenibilidad sería financiado por las naciones ricas reasignando algunas de las reservas que recibieron a través de la emisión récord de 650 mil mdd en agosto.
La instancia puso disponible a sus países socios desde septiembre una serie de soluciones financieras para implementar acciones a favor del desarrollo sustentable de la región con un presupuesto de 4 mil 989 mdd para operaciones de cambio climático para los próximos cinco años.
Con ello el BCIE se convirtió en el principal proveedor de recursos verdes para la región centroamericana.
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