Con más de 178 millones de personas en el mundo que han resultado infectadas por el covid-19, desde que esta enfermedad se expandió hace más de un año, pues es lógico entender que se deben seguir tomando medidas para que las cifras de la pandemia sigan en auge. Mientras tanto, los científicos siguen descubriendo cuáles son las actividades y los lugares que contribuyen a que el nuevo coronavirus continúe afectando a más personas.
De acuerdo con un estudio publicado la revista JAMA Internal Medicine de la Asociación Médica de los Estados Unidos, los festejos por los cumpleaños infantiles en ambientes cerrados son encuentros que favorecen los contagios del covid-19.
Si bien se sabe que las reuniones sociales en lugares cerrados aumentan el riesgo de contagio del coronavirus, el estudio difundido es uno de los primeros que aporta datos concretos sobre las celebraciones de cumpleaños, y sobre todo, infantiles.
Los autores del estudio, reseñado por Infobae, fueron Christopher Whaley, Jonathan Cantor, Megan Pera, y Anupam Jena, quien forma parte del Departamento de Política de Atención sanitaria de la Escuela de Medicina de la Universidad Harvard de los Estados Unidos.
Estos científicos señalaron que muchas políticas diseñadas para detener la propagación del coronavirus se dirigen a las reuniones formales, como los lugares de trabajo y los comedores.
Sin embargo, la investigación refiere que las reuniones sociales informales son un modo potencialmente importante de transmisión del covid-19, pero el estudio de su papel en la transmisión se ve dificultado por las limitaciones de datos y herramientas metodológicas.
Los investigadores consideraron que los festejos de cumpleaños ofrecían una oportunidad para cuantificar empíricamente el papel potencial de las pequeñas reuniones sociales en la propagación del coronavirus.
Para ellos diseñaron un estudio transversal que utilizó datos a nivel nacional desde el 1 de enero hasta el 8 de noviembre de 2020, de 2,9 millones de hogares en los Estados Unidos con seguro privado, para así comparar las infecciones por covid-19 entre los hogares con y sin un cumpleaños en las dos semanas anteriores.
Hicieron una estratificación según la prevalencia del virus a nivel de condado en esa semana y ajustando por el tamaño del hogar y las diferencias específicas de la semana y del condado.
El estudio también comparó cómo las tasas de infección asociadas a los cumpleaños diferían en función del tipo de cumpleaños (por ejemplo, cumpleaños de niños o de adultos, o de un hito como el festejo por los 50 años de una persona), de las lluvias a nivel de condado el sábado de cada semana (lo que podría hacer que las reuniones se celebraran en el interior), de las tendencias políticas del condado y de las políticas estatales de refugio en el lugar.
“Una de las razones es que una persona puede infectarse con el coronavirus y no dar síntomas. Pero al exhalar o al hablar emite aerosoles que contienen el coronavirus. El problema es que los demás ven a esa persona como alguien sano y si comparten un espacio como oficina, escuela, o transporte, pueden contagiarse la infección. Aún cuesta reconocer que el coronavirus también está en el aire”, le dijo a Infobae en una entrevista José Luis Jiménez, quien tiene un doctorado en ingeniería mecánica del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) e investiga en la Universidad de Colorado en Boulder, Estados Unidos.
Cuando las personas están al aire libre, hay menos contagios. Porque el aire se renueva naturalmente. Aunque incluso al aire libre, hay que estar a dos metros de distancia y con mascarilla. Por eso, cuando las personas están en ambientes cerrados deben contar con una ventilación permanente. “Se sabe muy bien desde hace tiempo que la ventilación funciona para la prevención de diferentes enfermedades como tuberculosis desde 1940”, sostuvo Giménez.
Finalmente, el estudio puntualiza que en muchas situaciones en que se hacen los festejos de cumpleaños, las personas participan sin saber que están infectadas. «Son asintomáticas, pero pueden transmitir el virus. También se han registrado casos en que hubo personas que conocían su diagnóstico pero igual concurrieron al festejo», concluye.
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