El Parlamento de Chile ha aprobado una medida histórica: reducir la jornada laboral de 45 a 40 horas semanales. La medida se pondrá en vigor en tres fases: se bajará a 44 horas a partir del 1 de mayo, a 42 en el tercer año y, finalmente, se alcanzará el objetivo en el quinto.
De esta forma, el país presidido por Gabriel Boric se convierte en el tercero de América Latina en sumarse las 40 horas, tras Ecuador y Venezuela. Son casi una excepción regional, ya que en la mayoría de países, según la agencia EFE, la jornada es de 48 horas semanales.
En República Dominicana, el Código Laboral establece las 44 horas semanales de trabajo, divididas preferiblemente en cinco días de ocho horas y cuatro horas los sábados, dejando libres los domingos.
Datos regionales que, si miramos la media por trabajador, se reducen.
Más infografías en StatistaAtendiendo a cifras de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Chile, en el centro de la actualidad, es uno de los que tienen una media de horas semanales trabajadas más bajas de la región, con 36.8. Es un 15.2 % menos que el número de horas de media trabajadas en El Salvador, que encabeza la tabla con 43.4 horas semanales. Son datos recogidos por Statista.
México y Uruguay completan el podio de países con más horas de trabajo semanales, superando las 42 de media. Por abajo, Panamá (34.1), Ecuador (34.5) y Argentina (34.6) cierran la lista.
En base a las cifras de la OIT, en El Salvador un trabajador invierte en su empleo una media de horas un 21.4 % mayor a la de un trabajador en Panamá. La diferencia supera las 9 horas semanales.
En el caso de República Dominicana, la OIT fija la semana laboral en un promedio de 38.5 horas, con nueve países por encima y seis por debajo. Es un 11.3 % menos que en El Salvador y un 12.9 % más que en Panamá.
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Los datos también reflejan qué cantidad de trabajadores superan las 49 horas semanales. La lista refleja importantes variaciones.
Bolivia, con las mismas horas de media que República Dominicana en la estadística general, encabeza ese segundo ranking, con un 35 % de trabajadores rozando o superando las 50 horas por semana. Le siguen Honduras (33 %), El Salvador (32 %) y Perú (31 %), que en cambio tiene una de las medias más bajas (37.3 horas).
En el otro lado de la balanza, en Panamá y Venezuela la cifra de trabajadores con semanas de 49 o más horas es del 9 %. El dato de Chile es del 11 % y el de Brasil, del 12 %.
Los datos a escala mundial tienen, sin embargo, un punto débil: en algunos países tanto de América Latina como de otras regiones no se recoge la informalidad.
Lo reconoce la especialista de la OIT Najati Ghosheh en la BBC. «Lo que ocurre es que en algunos países sólo se mide el tiempo trabajado en el sector formal y no el marginal, donde hay más trabajadores que sólo consiguen empleo por horas, lo que baja el promedio».
La informalidad es, precisamente, uno de los grandes retos, sino el mayor, de América Latina y el Caribe en materia laboral. La propia OIT la situó en un 50 % regional, con más de la mitad de los países rozando o superando el 60 %.
El empleo de seis de cada diez jóvenes ocupados en la región es informal (47 % entre los adultos), y el dato entre las mujeres también es más elevado que entre los hombres. La OIT teme que el crecimiento ralentizado aumente aún más esta tasa.
En el caso de la República Dominicana, el Banco Central fijó la tasa de informalidad en el 52.1 % durante el tercer trimestre de 2022.
Volviendo a la duración de la semana laboral, la BBC apunta que el convenio de la OIT, aprobado en 1935, la fija en 40 horas semanales, alertando de que las jornadas superiores elevan el riesgo de accidentes y afectan a la salud sin mejorar la productividad.
Borja Santamaría
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