El mundo y la sociedad llegan a 2023 con nuevos y viejos desafíos globales en todos los frentes. Y a propósito de la reunión anual del Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, se presentó el documento The Global Risks Report 2023, un compendio de los riesgos globales más severos a desarrollarse en el corto (dos años) y largo plazo (10 años).
Los riesgos abarcan lo económico, ambiental, geopolítico, social y tecnológico y de acuerdo con los expertos, «pueden evolucionar colectivamente hacia una ‘policrisis’ centrada en la escasez de recursos naturales para 2030».
Para recopilar los datos en el Global Risks Perception Survey, que da vida al reporte, se tomaron en cuenta la opinión de 1,200 expertos en el ámbito académico, empresarial, gubernamental, comunidad internacional y sociedad civil de 121 economías. Los datos fueron recabados del 7 de septiembre al 5 de octubre de 2022.
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La categoría dominante, en cuanto al top 10 de los riesgos que podrían impactar en los próximos dos años, es la medioambiental, seguido de la social.
El primer lugar se lo lleva la crisis del costo de vida; le sigue los desastres naturales y clima extremo.
La confrontación geoeconómica ocupa la tercera posición.
En cuarto lugar se ubica la falta de mitigación del cambio climático.
Con un cambio de categoría, la quinta posición la ocupa la erosión de la cohesión social y polarización social.
Los lugares seis y siete vuelven a ocuparlos dos temas referentes al medio ambiente: incidentes ambientales a gran escala y el fracaso de la adaptación al cambio climático, respectivamente.
Un componente tecnológico figura en la octava posición. Se trata de la generalización del ciber crimen y la inseguridad cibernética.
El noveno tema es la crisis de recursos naturales.
En la décima posición, el tema de la migración involuntaria cierra el top 10.
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Para la siguiente década, los temas medioambientales son los de mayor presencia:
La falta de mitigación del cambio climático ocupa el primer lugar, seguido del fracaso de la adaptación al cambio climático, los desastres naturales y clima extremo en tercer lugar, mientras que en la cuarta posición aparece la pérdida de biodiversidad y colapso de ecosistemas.
La migración involuntaria, que en la medición de dos años aparece en la décima posición, en el largo plazo sube 5 lugares.
El medioambiente vuelve a la carga en el sexto lugar, con la crisis de recursos naturales.
Séptima posición, la erosión de la cohesión social y polarización social.
Empatados en el mismo lugar (octavo), se repite la preocupación por la generalización del ciber crimen y la inseguridad cibernética.
Si bien baja de posición, de la tercera a la novena, la confrontación geoeconómica no abandona el top 10.
Para concluir, las incidentes ambientales a gran escala, de la categoría medioambiental, ocupa el último lugar.
Las conclusiones del reporte indican que si el mundo opta por «enfoques defensivos y fragmentados», existe la posibilidad de «perpetuar los círculos viciosos». «Debemos asegurarnos de que abordar las crisis actuales no restan valor a la visión a más largo plazo», añaden.
Por el contrario, un enfoque riguroso, con previsión y preparación, puede conducir a «apuntar la resiliencia a los riesgos de más largo plazo y así, trazar un mejor camino hacia un mundo más próspero».
En ese sentido, apuntan las conclusiones del informe, cada riesgo identificado requiere «acciones concertadas, específicas y esfuerzos personalizados y transversales».
Por último, el Foro presenta cuatro principios para prepararse en el corto y largo plazo:
El Reporte completo puede encontrarse en el siguiente enlace
Gabriel Rico Albarrán
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