La República Dominicana necesita del desarrollo eficiente y exitoso de la economía naranja para cumplir con su Estrategia Nacional de Desarrollo 2030. Aunque aún el concepto no es reconocido por la mayor parte de la sociedad, esta rama de la economía aportó para 2014 hasta un 1,5% del Producto Interno Bruto (PIB) local, por ello, el Banco Popular Dominicano apuesta por fortalecer las industrias culturales y creativas.
El evento de la institución financiera se basó en la publicación de un libro institucional titulado «Dominicana creativa. Talento en la economía naranja»; con la iniciativa buscan exponer los aportes de la industria anaranjada junto bajo las palabras de una decena de destacados expertos en sus distintas áreas y la parte gráfica de Víctor Siladi.
Quizás te pueda interesar: ¿Son los conciertos sostenibles el futuro? Coldplay adopta nuevo modelo para RD
Dentro del marco se llevó a cabo un debate sobre la visión pública para impulsar las industrias naranja, el rol de la academia y la importancia de las alianzas público privadas; también se exploraron las claves de las distintas industrias culturales y creativas para impactar en el desarrollo sostenido e inclusivo del país y los retos de futuro.
El proyecto recoge historias inspiradoras de emprendedores, programas de debate, herramientas de valor, contenido educativo e informaciones relevantes que demuestran la importancia de desarrollar las industrias de la creatividad en nuestro país; todo se vierte en una página web oficial creada en alianza entre el Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes (MICM) y el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC).
Pues la economía naranja o economía de la creatividad integra el conjunto de actividades que, de manera encadenada, permiten que las ideas y la creatividad se transformen en bienes y servicios, cuyo valor está determinado por su contenido de propiedad intelectual.
Según las Naciones Unidas, la economía de la creatividad es un motor que representará el 7% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial en menos de una década, empleando a 30 millones de personas.
Dentro de la economía creativa conviven la gestión de la industria cultural, las industrias creativas funcionales como la moda, la arquitectura, la gastronomía, el diseño gráfico, de interiores e industrial; también la publicidad y el negocio audiovisual, la artesanía y la creación de tecnología, entre otros rubros.
«Con este nuevo libro y la plataforma multimedia que lo complementa vamos a fomentar una mayor proyección de los creadores dominicanos en el país y más allá de nuestras fronteras, contribuyendo con ello al desarrollo sostenido de nuestra nación» – Christopher Paniagua, presidente ejecutivo del Banco Popular
«Si unimos fuerzas y trabajamos con una agenda común, la economía naranja nos seguirá dando grandes alegrías, enormes beneficios y la oportunidad de una mejor calidad de vida para más dominicanos» – Víctor ‘Ito’ Bisonó, ministro del Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes (MICM)
«Este es un acuerdo de los llamados de triple hélice, algo firmemente establecido en la literatura sobre innovación, porque recoge la cooperación y sinergia entre sector público, sector privado y academia» – Julio Sánchez Maríñez, rector del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC)
“Es la primera vez que tenemos acceso a un amplio repertorio de datos y testimonios que ponen de manifiesto la dimensión alcanzada por la economía naranja en el quehacer nacional» – Manuel García Arévalo, en representación de los autores del libro
(pfm)
Suscríbete a la revista y regístrate a nuestros newsletters para recibir el mejor contenido en tu buzón de entrada.
