Adquisición de talento, gestión humana, administración de personal son solo algunos de los nombres que han cambiado la manera de ver a los recursos humanos, una definición que resulta incorrecta para varios expertos en la materia.
El concepto ha cambiado con el paso del tiempo, y con ello, el nombre o la forma de referirnos a los departamentos o áreas que gestionan el personal de una empresa.
Cuando se habla de departamentos de personas, quiere reconocerse su verdadero valor, ofreciendo una visión más humanista, donde las personas tienen una mayor prioridad que los resultados empresariales.
No hay que olvidar que las empresas deben ser rentables para continuar en el mercado y generar empleo, tan necesario para las personas y las familias, no sólo a nivel económico, sino social y personal como parte de la autorrealización.
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Durante el segundo del XXVII del Congreso Interamericano de Gestión Humana (CIGEH) y XV Congreso Nacional de Gestión Humana (ADOARH), Enrique Baliño, Socio Fundador de Xn Partners, señaló que para llevar a nuestras organizaciones a su máximo potencial, tenemos que entender que una organización no es más ni menos que un conjunto de personas.
En el panel “4 actitudes para el éxito”, Existe un conjunto de actitudes que separan a las personas y las organizaciones que progresan sostenidamente de las que se estancan y derrumban y esas actitudes dependen exclusivamente de cada individuo, en particular de los líderes.
Baliño compartió las claves de o que hacen los buenos líderes para convertirse en ejemplo y custodio de estas actitudes.
“La razón principal por la cual fracasan los líderes no es de carácter técnico, sino es por la carencia de habilidades sociales. La mayoría de nosotros proviene de una trayectoria técnica, pero lo que te trajo hasta acá, no es lo que te llevará hasta allá”, detalló.
Las exigencias clave entender que dirigir personas y consolidar equipos de alto desempeño requiere un conjunto de habilidades muy diferentes a las técnicas. Saber conducir la energía emocional en las personas para convertir aspiraciones grandiosas en realidad son capacidades: liderazgo y gestión.
Baliño dijo que a lo largo de su carrera ha observado aquellos líderes que se han destacado y son fundamentales en el presente para directores de empresas, ejecutivos, gerentes de gestión humana, responsables de capacitación, líderes de opinión y todo el ecosistema empresarial de la región.
Durante el CIGEH se entregó el premio a la Excelencia Empresarial, el cual fue otorgado al Ingenio Azucarero de La Unión de Guatemala y fue entregado por Lisellotte Ortega, presidente actual del FIDAGH.
Adicionalmente, el premio de Investigación o Ensayo que ganó el Dr. Carlos Aldao Zapiola de Argentina, entregado por la anterior presidente del FIDAGH, Aida Josefina Troncoso, y fue recibido por Horacio Quiros, Presidente del Consejo Consultivo. (AJ)
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