«La inteligencia artificial es la próxima ola de tecnología verdaderamente transformadora, con un potencial que aún no podemos imaginar o apreciar por completo. Es la tecnología definitoria de nuestro tiempo, que cambia la forma en que vivimos y trabajamos«, comenta Christopher Young, vicepresidente ejecutivo de desarrollo empresarial, estrategia y emprendimiento de Microsoft.
Los líderes que adoptan la IA ahora y toman medidas para comprenderla, experimentar con ella e imaginar cómo puede resolver problemas difíciles, dirigirán empresas que prosperarán en un mundo de IA.
Sin embargo, ¿por dónde deberían empezar?
Como cualquier ejercicio de planificación comercial, reviere Young, la estrategia de de Ia debe pensarse en fases. «Adopte la agilidad y el cambio, y mantenga una mentalidad de aprendizaje continuo, calibrando y ajustando su plan de juego sobre la marcha», narra Young.
La hoja de ruta de la IA será diferente para cada organización, pero el potencial es enorme, advierte Young; «y el momento de comenzar es ahora». En este momento, existe una gran oportunidad para que los líderes empresariales adopten la IA y se adapten a los profundos cambios que se avecinan.
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La mejor manera de aprender sobre la IA es usándola. Es raro que la tecnología nueva y disruptiva sea accesible de inmediato. Esto es así. Intente aplicarla a cualquier tarea que esté frente a usted, y compruebe para qué sirve y para qué no.
Cuando se trata de productividad, los copilotos de IA, de Microsoft y de otros, se pueden implementar o integrar en aplicaciones para ayudar o simplificar ciertas tareas.
Considere los flujos de trabajo y las actividades basadas en procesos de su empresa: cosas como la nómina, la incorporación o el soporte técnico de TI. Todos estos son procesos repetibles basados en reglas que se pueden optimizar con IA.
La inteligencia artificial IA ya está afectando la forma en que las empresas ofrecen mejores experiencias, más rápidas, más eficientes o completamente nuevas, desde texto predictivo en su teléfono hasta chatbots en sitios web o las búsquedas sugeridas al abrir el navegador.
Incluso en sus primeras etapas, la IA también está mejorando las experiencias de los empleados.
Una encuesta reciente de Microsoft encontró que el 89% de los empleados y los responsables de la toma de decisiones comerciales con acceso a herramientas de automatización e inteligencia artificial se sienten más satisfechos. Dicen que es porque pueden dedicar tiempo al trabajo que realmente importa.
Los pasos anteriores son versiones del uso de «lo nuevo» para hacer mejor las cosas viejas. Sin embargo, ¿cómo puede usar lo nuevo para hacer cosas nuevas?
Este es el desafío al que se enfrentan los líderes empresariales en este momento; y es difícil.
La respuesta comienza con la integración de la IA en su organización y la iteración desde allí. Porque si bien la IA permitirá que las personas y las organizaciones logren más, estamos al comienzo de definir cómo se ve «más». Pero para avanzar, necesitamos establecer las condiciones que nos ayuden a descubrir lo que viene después.
Junto a todas las promesas de la IA, una cosa es cierta: no aprovecharemos todo el potencial de la IA sin salvaguardas.
La tecnología siempre ha sido un acelerador y un facilitador. La IA no es diferente, pero presenta riesgos potenciales que deben gestionarse.
Para cualquier empresa, el éxito de las iniciativas de IA responsable depende de al menos tres cosas. En primer lugar, se necesita un liderazgo comprometido e involucrado. En segundo lugar, las empresas deben construir modelos de gobernanza inclusivos y directrices viables, como lo hemos hecho. Finalmente, también deben invertir en IA responsable.
De Harvard Business Review, por Christopher Young
(Christopher Young es el vicepresidente ejecutivo de desarrollo empresarial, estrategia y emprendimiento de Microsoft)
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