Faltan menos de 48 horas para la inauguración del mayor evento deportivo del planeta, que debería tener lugar en la capital japonesa, tras 5 años. Nunca antes los preparativos habían sido tan traumáticos. Esto por la rápida propagación del coronavirus en el mundo. Actualmente la región japonesa de Kantō, el área metropolitana más poblada del mundo, con 42,000,000 millones de habitantes, se encuentra en alerta sanitaria. Hasta por lo menos el 28 de agosto.
La potencia asiática, tradicionalmente escéptica a los esquemas de vacunación, se adentra en su cuarto pico de la pandemia con una media de 1,100 casos diarios en los últimos 7 días. Al menos el 55% de los encuestados por el diario Asahi dice estar a favor de una cancelación de las olimpiadas, debido a las condiciones actuales. Por su parte, el 68% duda de la efectividad de las medidas de prevención. El comité organizador insiste en la efectividad de realizar pruebas masivas y ordenar aislamientos selectivos.
Hay gran expectativa en el público por poder maravillarse en familia y con amigos ante los segundos de música y color que ofrecen celebraciones de esta magnitud. El lema de “participar es más importante que ganar”, del pedagogo suizo Pierre de Coubertin, fundador de los Juegos Olímpicos modernos, es un aliciente para invitar a la búsqueda de más y mejores puntos de encuentro político en el mundo. La numerosa representación dominicana, una ausencia de un atleta aclamado, y nuevas disciplinas, generan además expectativa en la crítica deportiva.
Ya son por lo menos 71 los casos de COVID-19 al interior de la villa Olímpica y más de un centenar de aislados. El diario británico The Sun, que ha señalado que Japón estaba advertido de que los casos podrían duplicarse al final de los Juegos, dice que a última hora “los organizadores podrían terminar optando por desconectar la clavija”. Algunos deportistas ya han cancelado su participación en el evento, que no contará con visitantes internacionales, ni público en las graderías.
Según el jefe de la junta administradora, Toshiro Muto, los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 aún podrían estar sujetos a una cancelación en el último minuto. Esto debido al coronavirus, pero matiza que no está en capacidad de predecir el curso que tome la curva epidemiológica, ahora al alza. Por lo pronto, el ejecutivo estaría convocando a conversaciones de última hora para decidir halar el freno de mano. Se temerían pérdidas de la inversión realizada, de casi $28 mil millones de dólares.
La prensa internacional afirma que la burocracia de estos juegos no tiene una buena estrella. Keygo Oyamada, compositor de la música de la ceremonia de inauguración ha renunciado aduciendo motivos personales. El presidente del Comité Olímpico Internacional, el alemán Thomas Bach, dijo que los atletas no representarán una amenaza para el pueblo japonés, recibiendo fuertes críticas por este comentario. Por su parte, a Toyota se ha sumado Bridgestone como uno de los patrocinadores que retiran su aporte. (mov)
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