Al escribir el currículum, todos tenemos el mismo objetivo: presentarnos de una manera sobresaliente. Al fin y al cabo, buscamos destacarnos sobre una gran cantidad de solicitantes, y convencer a un posible empleador de nuestras capacidades. Pero ¿qué pasa si nuestra formación y experiencia profesional no se ajustan del todo a los requisitos del puesto? ¿Está permitido hacer un poco de trampa? ¿Es conveniente mentir en vez de reformular u omitir? ¿Cuál es el margen de tolerancia y de dónde debemos realmente apartar las manos?
Conseguir un empleo puede resultar una tarea complicada en tiempos de pospandemia. Por un lado, y aunque en República Dominicana se viva una recuperación económica acelerada, en muchas latitudes del planeta aún se presentan escenarios complejos de desempleo. Por el otro, muchas empresas han dejado de realizar entrevistas presenciales, o incluso de publicar sus vacantes en plataformas digitales. El ‘networking’ se ha convertido en un mecanismo para la búsqueda de candidatos idóneos, por medio de recomendaciones de empleados o allegados.
En realidad, los trucos para ‘embellecer’ el currículum o la carta de presentación son más frecuentes de lo que se piensa. Para los expertos, existen maneras de hacerlo de una manera moralmente justificable. El portal de carrera Stepstone ilustra el siguiente ejemplo: Si ha trabajado en la gestión de proyectos en su última empresa, pero no fue director de proyectos, sino que se hizo cargo de sus responsabilidades durante una baja por enfermedad, cítelo como una tarea asignada, y no mencione haber sido la fuerza laboral de reemplazo.
En la práctica, las personas suelen mentir porque los solicitantes no ven otra forma de conseguir el trabajo en función de sus calificaciones. Pero existen escenarios en los que se pueden encontrar maneras para reformular en lugar de mentir. Si existiesen lagunas en el currículum, explique los cursos de formación que ha realizado, o los negocios familiares que ha emprendido. Si tiene una debilidad en cuanto a idiomas extranjeros, regístrese en una plataforma de aprendizaje en línea, y adjunte evidencia de que se prepara desde ya para mejorar su nivel.
Existe también el derecho a la privacidad del solicitante, que está particularmente protegida en la legislación laboral. Tiene derecho a mentir si le llegasen a plantear interrogantes acerca de sus creencias religiosas, ideología, pertenencia a asociaciones, o actitudes políticas. Salvo que estos sean relevantes para la posición que aspira a ejercer. Es decir, si su empleador será un partido político o una congregación eclesiástica. No responda tampoco acerca de preexistencias médicas no contagiosas. Ni sobre su orientación sexual, hijos o pareja; o el deseo de tenerlos. (mov)
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