El Chief Financial Officer (CFO) es una figura viva, dinámica, en constante evolución. En la edición de marzo de revista Mercado repasamos las nuevas atribuciones que ese rol está adquiriendo en los últimos tiempos, y lo hacemos de la mano de las voces más reconocidas del mundo business de República Dominicana. Valiosos CFO que nos hablan en primera persona de su día a día, sus retos y su papel cada vez más estratégico.
Independientemente del sector o el tamaño de la empresa, el CFO es un apoyo clave para el CEO, su mejor soporte. Una realidad que incluye al magnate que ha recientemente ha recuperado el trono de hombre más rico del mundo: Elon Musk.
Actualmente, el sudafricano dirige tres empresas de considerable tamaño. Twitter sigue en plena reconstrucción y, si se cumple su hoja de ruta, la estructura cambiará definitivamente a final de año, con la llegada de un nuevo CEO que reemplace a Musk y sitúe a sus personas clave en el organigrama.
La hoja de ruta de Elon Musk: ¿Para cuándo el nuevo CEO de Twitter? ¿Candidatos?
Antes de ello, «tengo que estabilizar la organización», afirmó Musk su participación en la Cumbre de Goberno Mundial celebrada en Dubái, en unas declaraciones recogidas por AP. Semanas atrás, afirmó que dejaría el cargo cuando encontrase «alguien lo bastante tonto para aceptar el puesto».
Junto a su vertiginoso día a día en Twitter, Musk tiene las funciones de CEO de dos compañías más: Tesla, fabricante de carros más valioso del mundo (US$593,3 mil millones, en cifras de Companies Market Cap), y SpaceX, con un valor estimado de US$137 mil millones, y que acaba de atraer US$750 millones en una ronda de inversión en la que participó el fondo Andreessen-Horowitz, según informó CNBC.
Dos proyectos innovadores, ambiciosos, en los que Musk tiene a dos figuras de confianza para marcar el camino desde el cargo de CFO.
«Zach es el Consejero de la Moneda«. Así define la web corporativa de Tesla a Zachary Kirkhorn, CFO de la compañía desde marzo de 2019.
Podría parecer una simpática referencia a la serie «Game of Thrones», pero cuando en marzo de 2021 Tesla cambió el cargo de Kirkhorn a «Master of Coin» (y el del propio Musk a «Technoking»), hubo quien apuntó a que el movimiento respondía a la intención de la compañía a redoblar su apuesta por las criptomonedas.
De hecho, meses antes, la empresa invirtió US$1.5 mil millones en bitcoin, de la mano del propio Kirkhorn.
Anécdotas o estrategias aparte, Kirkhorn es el ejecutivo fuerte de Tesla en la parcela financiera. Nacido en 1984, su perfil recoge una alta formación tanto en el campo de los números como en el aspecto técnico.
Según detalla en su página de LinkedIn, entre 2002 y 2006 estudió Económicas en The Wharton School (Philadelphia) e Ingeniería Mecánica en la Universidad de Pennsylvania. Posteriormente, realizó un MBA (Master of Business Administration) en la Escuela de Negocios de Harvard. Por aquel entonces (2011-2013), el futuro CFO ya formaba parte de Tesla.
Antes de recalar en la compañía de carros eléctricos, Kirkhorn desarrolló sus primeros pasos profesionales en dos empresas de renombre. Fue pasante de Microsoft, primero en el rol de analista financiero (2005) y posteriormente como parte de su programa de gestión (2006).
En 2007, comenzó una etapa de casi 3 años como analista de negocio senior en la consultora McKinsey & Company. En marzo de 2010 fichó por Tesla.
En su recorrido hasta la cima de la compañía, interrumpido entre 2011 y 2013 por sus estudios, Kirkhorn ha estado siempre en cargos de corte financiero. Pasó de gestor sénior (2013-2014) a director (2014-2017). Posteriormente ascendió a director sénior y en diciembre de 2018 fue nombrado vicepresidente financiero.
En marzo de 2019, Musk confirmó su total confianza en Kirkhorn, convirtiéndolo en el CFO de Tesla.
«Es increíblemente talentoso», definió el magnate. Una cualidad a la que se une su máxima discreción. Pese a su enorme responsabilidad, Kirkhorn pasa de puntillas, alejado de titulares y fotografías. «Nunca oí hablar de Kirkhorn», afirmó, en una frase significativa, David Whiston, analista de Morningstar.
Según datos de Wallmine, al calor de su prudencia, Kirkhorn es el ejecutivo de Tesla que más gana, US$21.4 millones. Además, posee casi 17 mil acciones de la compañía. En total, su valor neto ascendería a US$83.1 millones.
Al igual que en Tesla, el cargo de CFO de SpaceX está en manos de un economista consolidado en el negocio. Bret Johnsen recaló en la empresa en 2011, con un amplio bagaje previo. Actualmente, es la mano derecha de Musk en la empresa aeroespacial.
Formado en las universidades de Southern California (Contabilidad) y San Diego State (Master en Finanzas), Johnsen trabajó 4 años como auditor en Coopers & Lybrand antes de comenzar una etapa que marcaría su carrera profesional en Broadcom, en 1999.
En sus casi 9 años en uno de los mayores fabricantes de semiconductores del mundo alcanzó el puesto de vicepresidente corporativo. Una labor exitosa a la que siguieron más de 3 años como CFO en Mindspeed Tercnologies Inc. En mayo de 2011, fichó por SpaceX.
Dos perfiles de CFO diferenciados. En el caso de Kirkhorn, fue creciendo dentro de la empresa hasta alcanzar el puesto en Tesla. Johnsen, por su parte, llegó a SpaceX para ocupar el sillón de mando financiero, gracias a su impecable trayectoria previa.
Pero pese a sus diferencias, los dos tienen algo en común: se han ganado la confianza plena de un ejecutivo caracterizado por su imprevisibilidad y su carácter irreverente. Tarea difícil que ambos han logrado con nota, como demuestra su posición de estabilidad dentro de las citadas empresas.
No fue el caso del CFO de Twitter, Ned Segal, una de las primeras víctimas de la llegada de Elon Musk a Twitter. Al igual que sucedió con el CEO, Parag Agrawal, y la responsable de política legal, Vijaya Gadde, fue despedido a los pocos días de que el sudafricano se hiciese con el mando de la compañía. Estuvo más de 5 años en el cargo.
Actualmente, Segal se mantiene al frente de Beyond Meat, un proyecto al que se unió en 2018 y que se dedica a la producción de carne sostenible. Mientras, inmerso en su particular montaña rusa, Musk sigue a la búsqueda de perfiles de su plena confianza para llevar adelante Twitter según sus planes.
Borja Santamaría
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