Caso Piqué-Barça-Supercopa: conflicto de intereses en el deporte

Por [email protected] | abril 19, 2022

¿Puede un deportista cobrar una comisión millonaria por la organización de un torneo en el que participa? ¿Es legal? Parece que sí pero, ¿es ético? ¿Existe conflicto de intereses? Son las preguntas que sobrevuelan el panorama deportivo español y mundial.

El escándalo salpica al futbolista del Barça, Gerard Piqué, y al presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales.

La empresa del central, Kosmos, percibirá una comisión de €24 millones ( cuatro al año durante seis ejercicios) por las gestiones que llevaron la Supercopa de España a Arabia Saudí.

Los audios que ha hecho públicos el diario digital español ‘El Confidencial’ no pueden ser más reveladores sobre cómo se gestó todo el proceso.

Los contactos comenzaron en marzo de 2019, cuando Rubiales, que planeaba un cambio de formato en la competición -pasó de dos a cuatro equipos-, buscaba un estadio que acogiese el evento, y Piqué le informó de que Arabia Saudí podría estar interesada.

Incluso, el central ya había planeado utilizar la figura de Juan Carlos I, rey emérito de España. «Tiene muy buena relación con la gente de allí, con los reyes o quien sea de los saudíes».

Inicialmente, el presidente de la Federación tenía serias dudas de que el Real Madrid aceptase jugar fuera de su país por menos de €8 millones. Además, le dijo al jugador que dicho club sólo estaba interesado en el mercado estadounidense.

«Os quedáis 6 ‘kilos’, tío»

«Si es un tema de dinero, si ellos -por el Real Madrid- por 8 irían, se paga 8 al Madrid y 8 al Barça. A los otros -clubes participantes- se les paga 2 y 1… son 19, y os quedáis la Federación 6 ‘kilos’, tío», calculaba el futbolista en uno de los audios.

«Antes de no quedaros nada, os quedáis 6 ‘kilos’. Y apretamos a Arabia Saudí y a lo mejor le sacamos… Le decimos que si no el Madrid no va, y le sacamos un ‘palo’ más o dos más…», remató.

Kosmos negoció con SELA y se llevó un 10 por ciento de comisión, €4 millones por temporada

A través de Kosmos, y con el beneplácito de Rubiales, Piqué siguió negociando con SELA, la empresa pública saudí que organiza eventos deportivos en el país. Incluso, en otra de las conversaciones, Piqué tranquilizó a Rubiales en un malentendido con los saudíes. «Simplemente está diciendo que, en vez de sacar la comisión de la ecuación, que contéis con que la comisión va dentro del precio -€25 millones-. ¿Entiendes?».

Desde la Federación hubo algunas dudas debido a la reacción del público español cuando se filtró que el torneo se jugaría en Arabia Saudí.

En general, el aficionado se mostró molesto porque la competición se alejase del país. También porque aterrizase en una dictadura con serias lagunas en cuanto al respeto de los derechos humanos.

Consulta: Nasser Al-Khelaifi, el millonario jeque que impacta al fútbol mundial

Sin embargo, el 15 de septiembre de 2019, se firmó el acuerdo por seis temporadas. La Federación recibía €40 millones libres de impuestos por temporada.

Kosmos, la empresa de Piqué, percibía €4 millones por ejercicio, un total de €24 millones, en concepto de «comisión de éxito».

Para lo que necesites…

«Geri -por Gerard Piqué-, enhorabuena», celebraba Rubiales. «Y no me refiero ni al partidazo de ayer ni a tu gol -el central marcó en la victoria del Barcelona por 5-2 ante el Valencia-«.

«Me refiero a que ya son más de las 12 y por lo tanto ya es firme el acuerdo con Arabia Saudí», añadía. «Un abrazo, gracias por todo y aquí estoy para lo que necesites. Bueno, menos para algunas cosillas que casi mejor no necesites (se ríe). Venga, un abrazo enorme. Cuídate mucho, amigo».

Además del cuantioso montante económico de la operación, es precisamente ese «algunas cosillas que casi mejor no necesites» el que esconde el corazón de la polémica.

En la Supercopa toman parte el campeón y subcampeón de la Liga española, y el campeón y subcampeón de la Copa del Rey. En los audios parece claro que la participación de Barcelona y Real Madrid en el evento es prácticamente imprescindible.

«Conviene que Barcelona y Madrid vayan -a la Supercopa-, no es muy difícil entenderlo», lamenta Simeone

La estrecha relación que expone este proceso entre un futbolista y el presidente de la RFEF abre la puerta a todo tipo de especulaciones. Cabe señalar que de la Federación dependen, por ejemplo, los arbitrajes, con todo lo que ello implica.

¿Es ético que la RFEF y un jugador que participa en sus competiciones tengan intereses millonarios comunes? ¿Es justificable que el presidente de este ente y un futbolista de un equipo que participa en sus competiciones se repartan semejante cantidad de dinero por un torneo que implica a todo el futbol español?

Uno de los primeros en pronunciarse al respecto ha sido el ‘Cholo’ Simeone, entrenador del Atlético de Madrid, actual campeón de La Liga y rival deportivo de culés y merengues. «Queda claro que, salvo que se explique mejor, conviene que vayan Barcelona y Madrid -a la Supercopa-, no es muy difícil entenderlo«, señaló el argentino.

Piqué dio la cara

Piqué, que además de futbolista del Barça es presidente de un club de la tercera categoría del fútbol español, el Andorra, dio la cara horas después de que estallase el escándalo. «No es que no me esconda, es que estoy orgulloso«, afirmó en una comparecencia ante los periodistas vía ‘Twich’. «Todo lo que hemos hecho es legal. Kosmos ha hecho un trabajo espectacular».

 

El futbolista apuntó que la comisión del 10 por ciento es «relativamente baja» y señaló que «lo único ilegal es hacerse con unos audios privados de una persona y filtrarlos a la prensa».

Piqué compareció vía ‘Twich’: «Estoy orgulloso, todo lo que hemos hecho es legal»

«Oficialmente cobramos la comisión de SELA, una empresa de Arabia Saudí, en ningún caso cobramos nada de la Federación«, explicó: «No tengo ningún trato comercial con la RFEF». Respecto al conflicto de intereses, aseguró que «sé separar los negocios del fútbol y no he pedido nunca una ayuda«.

Por el momento, Luis Rubiales no ha realizado ningún comentario respecto a una polémica que, según parece, no ha hecho sino comenzar. Un caso que pone el foco sobre el dinero que se mueve detrás de las escenas del deporte, donde el balón y los trofeos ceden su espacio a los billetes y a intereses compartidos, muchas veces, de dudosa limpieza deontológica.

Por Borja Santamaría

También te puede interesar: Roman Abramovich, el amigo bueno de Vladimir Putin

Suscríbete a la revista y regístrate a nuestros newsletters para recibir el mejor contenido en tu buzón de entrada.