OIT constata optimismo juvenil

Por Karime Rivas | marzo 1, 2021

La segunda pandemia es como los expertos han calificado a esa ola de repercusiones emocionales que ha traído el distanciamiento social a la vida de las personas. Una nueva investigación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), encontró que las mujeres jóvenes, los adultos jóvenes y los países de bajos ingresos son los más afectados.

El confinamiento no es para todos, pero más de un tercio de los jóvenes encuestados durante la investigación, informaron sentirse optimistas sobre el futuro, ya sea a menudo o todo el tiempo. Estamos frente a un impacto sistemático, profundo y desproporcionado.

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En la Encuesta Mundial sobre la Juventud y covid-19 se entrevistó a 12.000 personas de 112 países diferentes, de edades comprendidas entre los 18 y los 29 años. Sus respuestas dibujaron un cuadro bastante claro, de la repercusión del cierre de las escuelas, las restricciones al cierre y la desaceleración económica en la vida de todos.

El aprendizaje en la pandemia

Los cierres de escuelas, universidades y organizaciones de capacitación afectaron al 73% de los encuestados, y casi uno de cada ocho vio cómo su provisión de educación y capacitación se detuvo por completo desde el comienzo de la pandemia.

Ello ha significado un esfuerzo extra por parte del Estado, para garantizar que el sistema educativo no se detenga, fallando de muchas formas y expandiendo la brecha social ya preexistente. La educación a distancia o en línea, se tradujo en un 65% menos de aprendizaje entre los jóvenes.

Distracciones en el hogar, falta de pedagogía en los padres y ausencia de mecanismos de enseñanza online, hizo que la educación dependiera directamente del acceso a internet; dejando así una pronunciada ventaja a los países con mejores conexiones, mayor disponibilidad de equipos de computación y las aptitudes y materiales didácticos digitales.

Así mismo, en el estudio se encontró que más de la mitad de los encuestados pensaban que la pandemia retrasaría su educación, mientras que el 9% pensaba que la crisis podría hacer que su educación fracasara.

La perseverancia laboral

Mundialmente, el desempleo juvenil ha sido un problema desde antes de que se produjera la pandemia. Con el cierre de las calles, las empresas más débiles quebraron, dejando un índice de desempleo significativo.  Uno de cada seis jóvenes encuestados ha dejado de trabajar desde la pandemia, de hecho casi un cuarto de los jóvenes que trabajaban previo a la pandemia dejaron de hacerlo. Es una cifra alarmante comparada con el 13% del grupo de 25 a 29 años que trabajan actualmente.

Sin embargo, dos quintas partes de los encuestados de todo el mundo consideraron sus perspectivas profesionales futuras con optimismo, y más hombres que mujeres declararon tener confianza en sí mismos. Son menos las personas que miraban al futuro con incertidumbre, mientras que el 16% expresó temor por sus perspectivas de carrera.

En medio de signos de esperanza y resistencia, casi la mitad de los jóvenes encuestados informaron de que habían buscado nuevas oportunidades de capacitación o aprendizaje desde que comenzó la pandemia. Junto con la ola de interés en desarrollar nuevos conocimientos y habilidades, el 35% de los jóvenes informó de que se sentían optimistas sobre el futuro en alguna ocasión, y el mismo porcentaje expresó estos sentimientos con frecuencia o todo el tiempo.

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