Cacofobia, el extraño miedo ligado a la fealdad

Por Karime Rivas | febrero 18, 2021

Existen muchas fobias que aquejan a miles de personas pero hay algunas que escapan a la percepción. Muchas veces se tiende a relacionar las fobias con la generación de estímulos bien concretos como las arañas, los espacios cerrados, las multitudes o la sangre.

Sin embargo, también hay unas en las que entra en juego lo abstracto y la subjetividad, por eso son más difíciles de detectar, como es el caso de la cacofobia, una de las más absurdas que padecen algunas personas, y cuyo significado radica en el temor irracional, excesivo e injustificado hacía la fealdad, abarcando tanto personas como objetos o elementos feos. Se trata de uno de los tipos de fobia específica más extrañas y poco prevalentes que existen en la actualidad.

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Los individuos que padecen cacofobia experimentan elevadas sensaciones de miedo cuando se exponen a este tipo de estímulos, y ese temor provoca una notable respuesta de ansiedad. A pesar de no contar con investigaciones específicas acerca de sus características, la información que se posee hoy en día acerca de la cacofobia permite la elaboración de un adecuado diagnóstico y tratamiento. La característica principal de este trastorno radica en la experimentación de una emoción persistente, anormal e injustificada hacia lo feo. Se trata de un trastorno de ansiedad en que el temor es el elemento principal que origina la sintomatología. De allí que el miedo provocado por los estímulos relacionados con la fealdad son tan elevados que llevan a la persona a evitar todo contacto con este tipo de elementos.

Es un tipo de fobia altamente subjetiva, pues la caracterización de feo hacía un objeto, persona, situación o infraestructura se realiza de forma individual y personal. De esta manera, resulta poco probable que dos personas que padecen cacofobia presenten temor hacia los mismos estímulos. La detección de un aspecto feo resulta subjetivo, por lo que la determinación de los elementos temidos es individualizada y varía en cada sujeto. Dicho de otra forma, lo que percibe como feo una persona puede no hacerlo otra y viceversa. El elemento temido de la cacofobia responde a procesos cognitivos individuales y, por lo tanto, poco específicos. De allí la principal dificultad que plantea esta fobia en su diagnóstico y tratamiento.

La nueva fobia generada por el coronavirus

Antes de la pandemia los saludos con la mano o con besos en la mejilla, los abrazos, y otros gestos físicos de cortesía o por expresión de cariño, estaban a la orden del día. Sin embargo, con la aparición del coronavirus todo cambió y hace tiempo que vemos ese tipo de acciones se han tenido que limitar, ya que la pandemia del Covid ha causado en muchas personas temor a ser tocado por alguien o por algo, o a tocar algo.

La crisis sanitaria y las consecuentes medidas de prevención y seguridad, como el uso generalizado de mascarillas y la higiene frecuente de manos, ha generado un incremento notable de los casos de hafefobia entre la población, y este aumento se debe al miedo al contagio, sobre todo al encontrarnos en la segunda ola de la pandemia.

Se trata de un trastorno de ansiedad caracterizado por un miedo irracional a tocar o ser tocado por otras personas. Esta fobia genera un profundo sufrimiento en quien la padece y tiene un consecuente impacto negativo en las relaciones sociales y en la rutina diaria.

La hafefobia surge por el miedo que aparece como mecanismo de defensa ante una situación en la que se produce un mantenimiento prolongado de la distancia social y por los mensajes sobre el contagio del virus que hace que algunas personas se obsesionen y paralicen con ideas como el hecho de coger el carro de la compra, chocar el codo con alguien, apretar el botón del ascensor o abrir una puerta.

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