Las mejores prácticas para la innovación enfatizan la coordinación y sincronización inicial, que no pueden apresurarse. Por eso, nos preguntamos: ¿es realmente posible para los equipos creativos el trabajar más rápido sin sacrificar la calidad? ¿Se puede innovar bajo presión combinando éxito y caos?
Para entender mejor qué estrategias son más efectivas para la innovación rápida, rastreamos el desarrollo de 13 proyectos de tecnología médica. A equipos creados para la ocasión se les dieron sólo 72 horas para desarrollar, completamente desde cero, tecnologías de asistencia como las de un dispositivo respiratorio operado a distancia.
Nos inspiró el ver que seis de los 13 equipos fueron capaces de reducir el proceso de desarrollo del producto, normalmente de semanas o meses, a tan solo 72 horas. Teniendo en cuenta que todos los equipos tenían niveles similares de pericia, estaban enfrentando problemas de tecnología médica igualmente desafiantes y tuvieron el mismo acceso a recursos, materiales y tecnologías: ¿por qué estos seis equipos tuvieron éxito donde los otros fracasaron?
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El único común denominador que encontramos fue el de los procesos de trabajo de los equipos. Específicamente, todos los intentos fallidos compartieron dos inconvenientes:
Entonces, ¿qué puedes hacer tú y tu equipo para evitar estos problemas? Los seis equipos que tuvieron éxito en el estudio mostraron el siguiente comportamiento:
Por Hila Lifshitz-Assaf, profesora en la Universidad de Nueva York, y Sarah Lebovitz, profesora en la Universidad de Virginia
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