Los chips. El centro de la batalla tecnológica entre EE.UU. y China

Por Gabriel Rico Albarrán | octubre 12, 2022

Los Estados Unidos y China libran una batalla sin cuartel por la compra, venta y desarrollo de chips y semiconductores. Mientras los norteamericanos acusan al gigante asiático de espionaje, China tacha de intimidación el bloqueo y restricción a las exportaciones.

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En un nuevo capítulo, el Departamento de Comercio de Estados Unidos impuso a principios de octubre restricciones a las empresas o individuos chinos comprar algunos semiconductores y materiales de fabricación estadounidense.

La intención es limitar la capacidad para fabricar piezas necesarias para el funcionamiento de superordenadores o sistemas militares avanzados por parte de China.

Cualquier compañía extranjera que proporcione este tipo de materiales fabricados en Estados Unidos a empresas o individuos chinos podrá ser incluida en la lista de entidades sancionadas.

El anuncio de restricciones se produce semanas después de que el congreso de EE.UU. aprobara una ley para estimular la producción de microchips en ese país.

Y como muestra del potencial de esta legislación, la empresa IBM anunció el 6 de octubre sus planes para invertir US$20.000 millones en Nueva York durante los próximos 10 años para reforzar su producción de semiconductores, computadoras cuánticas o inteligencia artificial.

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China acusa intentos de «intimidación»

En respuesta, el Ministerio de Comercio de China reaccionó a las acciones de Estados Unidos, calificándolas de «intimidación», pues se «viola el espíritu de cooperación» entre ambos países y «perjudica los intereses legítimos de las empresas chinas y estadounidenses»

China acusa a Estados Unidos de «obstaculizar gravemente» los intercambios económicos y comerciales normales entre las dos potencias, «socavar las reglas del mercado y el orden económico y comercial internacional» y «poner en riesgo la estabilidad de las cadenas de suministro industriales».

Ante la guerra comercial abierta entre Pekín y Washington D.C. desde marzo de 2018 y las crecientes tensiones diplomáticas, Pekín ha anunciado diversas medidas y planes para impulsar la industria nacional de los semiconductores, en la que sigue dependiendo de fabricantes exteriores.

Gabriel Rico Albarrán, con información de EFE

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