Netflix alcanza los 200 millones de suscriptores

Por Karime Rivas | enero 22, 2021

Nunca antes un servicio de streaming digital había mostrado resultados tan impactantes como los del informe del último trimestre del gigante rojo. Y ante la ola de suscriptores pandémicos, por primera vez anuncia que no tendrá que pedir prestado.

Y así cierra su 2020, como el año de mayor crecimiento, en el que más películas y series fueron estrenadas, el que más incremento proporcional de suscriptores logró y, quizá lo más importante aún si cabe para la sede de la compañía en Los Gatos, consiguiendo al fin empezar a vislumbrar un horizonte donde su crecimiento no pasara por endeudarse para seguir quemando dinero.

¿Dinero prestado? La fórmula financiera de Netflix

Hasta la fecha Netflix ha sostenido un crecimiento en base a una fórmula que para algunos analistas estaba empezando a acusar la fatiga: invertir todos los ingresos y aún más generando deuda para crear nuevo contenido que fuera alimentando su enorme rueda de captación de suscriptores. Un modelo que de momento se sostenía gracias al crecimiento de sus clientes, pero que no dejaba de ser peligroso.

Ahora, parece que Netflix no tendrá tanta prisa por reinvertir continuamente el dinero que genera y que consigue por sus inversores y por fondos que en algunos casos han levantado dudas –Bloomberg llegó a tildar algunos de fondos basura-. Según dijo el director financiero de Netflix, Spencer Neumann, durante la presentación de resultados: «Vamos a seguir invirtiendo agresivamente en las oportunidades de crecimiento que vemos y eso siempre va a ser lo primero. Pero más allá de eso, si tenemos un exceso de efectivo, lo devolveremos a los accionistas a través de un programa de recompra de acciones».

La carrera de Netflix hasta los 200 millones: juegos con el cash flow

En pocas palabras, Netflix parece que ya no necesitaría recaudar financiación externa para las operaciones diarias e incluso exploraría la posibilidad de devolver el efectivo a los accionistas. Con ello, el rey del streaming se acerca tras un año de crecimiento en bolsa y suscriptores a la consolidación y la rentabilidad, un camino que le ha costado bastante tiempo recorrer.

En su presentación de resultados de esta semana, el servicio confirmó que superó por primera vez los 200 millones de abonados de pago en el cuarto trimestre. Ha sido una larga carrera desde que superara la barrera de los 100 millones en 2017.

Una carrera además que le ha abierto camino a otros servicios de streaming, como Disney + que consigue en tiempo récord la suma de 86,6 millones de suscriptores.

El año de la pandemia por excelencia

El auge de sus suscripciones este año ha estado marcado por la pandemia. El segundo trimestre, el de mayores confinamientos, impulsó sus altas en hasta 16 millones de nuevos usuarios. Sin embargo, desde Netflix se preveía que luego existiera un efecto efervescencia que causara otro número de bajas. Estaban equivocados para su beneficio. Si bien el Q3 se relajó la cifra de altas apenas superado los 3 millones, este último trimestre, las nuevas altas han vuelto a superar los 8 millones.

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Eso sí, en estos datos hay un factor principal para el crecimiento del servicio: la internacionalización. En 2020 en total Netflix ha ganado 37 millones de suscriptores de los que un 83% eran de fuera de Estados Unidos y Canadá, donde parece ya haber alcanzado su pico. Un incremento que, en medio de las streaming wars, es indisoluble de su capacidad para sumar cada vez más y más contenido original, llegando incluso a abrumar.

Pero todo ese gran contenido -esas 71 películas que estrenará este año- con grandes estrellas, tiene un precio. Un precio que explicaba la rueda de las finanzas de Netflix hasta ahora.

Un negocio sencillo

Netflix coge ese dinero, crea sus producciones, y consigue más suscriptores. Pero ahí se había topado con un problema. Según se ve en este análisis de Investopedia, la expansión internacional ha provocado que sus suscripciones cada vez sean menos rentables, sobre todo en países en expansión -lo que a la postre ha provocado que en muchos países como España vayan subiendo poco a poco sus precios-.

Todo esto ha provocado que hasta ahora su cash flow haya sido negativo desde 2011, hasta este año. El cash flow o flujo de caja representa la liquidez de la empresa. Explicado de forma poco técnica, lo que queda en sus cuentas restando las inversiones comprometidas, amortizaciones y otros gastos. Y este indicador se había teñido de rojo muy intenso en el caso de Netflix debido a su fórmula de reinversión continua. Parte se recupera a corto plazo -por ejemplo, aún no ha ingresado los usuarios que están usando su periodo gratuito en los países en los que aún ofrece esta fórmula- pero otros son más a largo plazo. En 2019 su cash-flow acabó con -3.274 millones de dólares, lo que hizo que la empresa de forma pública se propusiera recortarlo.