Mientras Elon Musk centra sus esfuerzos en su desembarco en Twitter, le ha surgido un imprevisto en otro flanco. Concretamente en Tesla. La compañía de automóviles eléctricos tuvo que llamar a revisión 40,168 vehículos Model S y Model X en Estados Unidos. La causa fue un problema con la dirección asistida. Se descubrió que el dispositivo puede dejar de funcionar en el momento en el que el automóvil se enfrenta a un bache o una superficie irregular. La información fue publicada por la Administración Nacional para la Seguridad en la Carretera (NHTSA) y recogida por la agencia EFE.
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En concreto, los modelos afectados son los fabricados de 2017 a 2021. Especialmente cuando circulan a bajas velocidades, los conductores se ven obligados a realizar un esfuerzo mayor del previsto para girar el vehículo. Un problema que no es menor, ya que según la NHTSA puede «aumentar el riesgo de accidente».
Con el objetivo de solucionar el error, Tesla está llevando a cabo una actualización remota del software de los vehículos. La compañía de Musk realiza el proceso de forma gratuita.
¿Dónde está la raíz del problema? Al parecer, y según los documentos remitidos por Tesla a la NHTSA, el defecto radica en una anterior actualización del software de los autos, que fue instalada de forma remota hace menos de un mes, el 11 de octubre de 2022. Esta actualización «cambió los valores de calibración del sistema electrónico de dirección asistida». Una semana después, Tesla detectó el error. El 19 de octubre empezó a instalar en los vehículos una nueva versión del software con la que eliminaba los cambios que dañaron el sistema.
El proceso sigue en marcha aunque, según la información que Tesla envió a la NHTSA el 1 de noviembre y que recogió EFE, más del 97 % de los vehículos afectados ya habían recibido la nueva actualización. Pese al posible riesgo que generaba el error en el sistema de dirección asistida, la compañía aseguró en el informe que no tiene constancia de «lesiones o muertes relacionadas» por este defecto.
La incidencia técnica se une a un momento económico convulso para la compañía. La llegada de Musk a Twitter ha supuesto un golpe para Tesla. En sólo una semana, ha perdido más de US$8.8 mil millones, un 16 % de su valor. Entre los motivos, además de la reducción en su planta de China por las restricciones de la covid-19, podría estar la situación económica de la red social. El desembolso podría obligar a Musk a vender más acciones de Tesla para invertir el capital en su nuevo proyecto, algo que ya hizo en abril (por valor de US$8.5 mil millones) y agosto (US$6.9 mil millones).
Para profundizar: Musk-Twitter: ¿Quién pone el ‘cash’?
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