La huella y la esencia de Freddie Mercury, el inolvidable vocalista de Queen, siguen vibrando en el corazón de sus seguidores. Tras su partida en 1991 a los 45 años de edad, Mary Austin, su exprometida, asumió la tarea de cuidar sus tesoros personales durante más de tres décadas. Ahora, llegó el momento de compartir parte de este valioso legado con el mundo a través de una subasta que ha emocionado tanto a fanáticos como a coleccionistas.
Recomendamos: Las 10 marcas de lujo más valiosas del mundo y quiénes las dirigen
El evento, llevado a cabo el 6 de septiembre por la prestigiosa casa de subastas Sotheby’s de Londres, marcó el inicio de una serie de seis sesiones de compra que prometen resultados impresionantes.
Se subastaron 59 lotes de objetos, superando cada uno de ellos significativamente las estimaciones iniciales.
La cantidad recaudada alcanzó una cifra de £12,172,290 libras, equivalente a más de €14 millones.
Todos los objetos en venta provienen de Garden Lodge, la residencia londinense de Freddie Mercury.
Sotheby’s incluso decoró su fachada con un imponente bigote en homenaje al característico bigote de Mercury, dando la bienvenida a los compradores en un evento que se extendió durante cuatro emocionantes horas.
Desde el inicio, el ambiente estuvo impregnado de emoción, al ritmo del famoso tema «We Will Rock You«.
La afluencia de compradores de todo el mundo fue impresionante, con un total de 2,000 personas procedentes de 61 países, todos en busca de un recuerdo de este legendario artista.
La subasta presentó una codiciada selección de obras de arte, objetos personales, vestuario y manuscritos de las letras de las canciones de Freddie Mercury.
Parte de los ingresos obtenidos en esta subasta se destinarán a dos organizaciones involucradas en la lucha contra el VIH/SIDA, la enfermedad que afectó al vocalista de Queen: el Mercury Phoenix Trust y la Fundación Elton John.
Esta generosa contribución es un testimonio del compromiso continuo con las causas benéficas que ambos artistas defendían.
Antes de la subasta, los objetos estuvieron en exhibición durante un mes, atrayendo a un asombroso total de 140,000 visitantes.
El punto culminante de la subasta fue el piano Yamaha con el que Mercury compuso algunas de las canciones más emblemáticas de su carrera como «Bohemian Rhapsody,» «Don’t Stop Me Now,» y «Somebody to Love.»
Este instrumento excepcional se vendió por £1,800,000, aproximadamente €2 millones.
Otro lote muy destacado fue el manuscrito de «Bohemian Rhapsody,» el disco más exitoso de Queen, escrito a mano por Freddie Mercury.
Este valioso documento se vendió por £1,379,000. El manuscrito consta de 15 páginas escritas a mano con bolígrafo en hojas con la marca de la desaparecida British Midland Airways.
La influencia del arte en la vida de Freddie Mercury quedó patente en esta subasta, como lo señaló su íntimo amigo Elton John al inicio de la subasta.
Obras de reconocidos artistas como Chagall, Dalí y Picasso encontraron nuevos dueños.
Además, se incluyó el último cuadro que Mercury adquirió un mes antes de su fallecimiento, un óleo de James Jacques Joseph Tissot, que se vendió por 482.000 libras esterlinas, más de €500,000.
La emotividad de la subasta también se vio reflejada en la compra de un conjunto de capa y corona usado por Freddie Mercury al final de sus conciertos en la gira The Magic Tour en 1986, vendido por £635,000 libras. Su comprador, un empresario brasileño que expresó: «Mercury pertenece al mundo».
Esta subasta no solo incluyó obras de arte y objetos escénicos, sino también elementos más íntimos de la vida de Mercury, como su vestuario extravagante, fotos polaroid personales y botellas selectas de su bodega, como algunos Dom Pérignon, además de un libro de poesía con anotaciones personales.
Isabel Ariza
No dejes de leer: Más movimiento en el mercado del lujo: Tapestry (Coach) compra Capri (Versace)
