Elon Musk, segunda persona más rica del planeta según la revista estadounidense Forbes, ha confirmado que reside desde hace unas semanas en una casa prefabricada y transportable de alquiler de unos 37 metros cuadrados, valorada en $50,000 dólares. En EE.UU., un país en el que la generación ‘millenial’ compra viviendas a un ritmo acelerado, el magnate de las tecnologías disruptivas asegura que ha vendido su último título inmobiliario de uso privado. Se trata de una suntuosa villa situada en el exclusivo barrio de Hillsborough en San Francisco.
Musk había comunicado a los mercados y a sus fieles seguidores en redes sociales que tendría intenciones de deshacerse de todos sus domicilios. Desde entonces, el afamado inversionista de la informática y la robótica se ha desprendido de al menos 7 propiedades. Estas, emplazadas mayoritariamente en California, están valoradas en conjunto en más de $100 millones de dólares. Empaca maletas rumbo a la sede en Texas de SpaceX, su compañía aeroespacial con la que pretende creer una ciudad futurística en la tierra. Así como su propia colonia en Marte.
La nueva “casita”, un servicio de alquiler de la ‘start-up’ inmobiliaria Boxabl, es un elemento mediático con el que Elon Musk espera mitigar las críticas ante las denuncias no corroboradas de que no paga impuesto de renta en Estados Unidos. Así como un mecanismo de austeridad para financiar sus deslumbrantes proyectos. Tras el anuncio, Boxabl ha experimentado otro ‘efecto Musk‘: la compañía cuenta con una lista de espera de 47,000 personas dispuestas a hacerse con uno de estos espacios habitacionales prefabricados, que se montan en un solo día.
Planteado como un propósito loable, Musk no es el primer superrico que plantea la aspiración de vivir modestamente. El mito de los ‘millonarios frugales’, pese al abrumador valor de sus fortunas, no significaría que reniegan de las frivolidades. Se menciona el ejemplo del inversionista Warren Buffett, que ocupa una propiedad que adquiriese en 1958 por $32,000 dólares. Para el magazín Vox, elogiar a la gente rica por su humildad, sería sin embargo equivalente a juzgar a la gente común por gastar dinero más allá de sus necesidades básicas.
Elon Musk, nacido en 1971 en Sudáfrica, es el segundo hombre más rico del mundo por debajo de Jeff Bezos. Cuenta un patrimonio aproximado de $151,000 millones de dólares. Egresado de economía y física de la universidad de Pensilvania, abandonaba sus estudios de doctorado en 1995 luego de solo 2 días inscrito en Stanford, para fundar la empresa Zip2 junto con su hermano. El ‘exit’, término que en el argot inversionista significa venta total, le significaba 4 años después $22 mdd. Los invertía en el desarrollo del procesador de pagos PayPal.
La venta de su participación en este último se traducía en un capital de casi $1,500 millones de dólares que depositaba en el desarrollo de Tesla, marca de vehículos eléctricos de gama alta. Así como de SpaceX, fabricante de naves espaciales y proveedor de servicios de la Estación Espacial Internacional. Tesla construye actualmente su tercera línea de ensamblaje en el mundo. Se trata de una ‘Gigafábrica’ cerca a Berlin de 900,000 m2, en la que el magnate de las tecnologías disruptivas planea dar empleo a por lo menos 8,000 profesionales. (mov)
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