¿Cómo reinsertar a la mujer dominicana en el mercado laboral?

Por Karime Rivas | mayo 27, 2021

Para la mayoría de nosotras, los últimos 12 meses han sido los más desafiantes que hemos experimentado en nuestra vida profesional. Las cifras de desempleo femenino reflejan un retroceso significativo de al menos 6 años en la ocupación femenina de los puestos laborales en especial en la mujer dominicana.

Según datos del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD), durante el 2020 alrededor de 277,000 trabajadores y trabajadoras en República Dominicana perdieron sus empleos con respecto al 2019. Una pérdida total de 5.9%. El empleo formal fue el más afectado cayendo en un 6,4%, con tasas de reducción similares en ambos sexos.

Este informe del MEPyD puntualiza que dentro del empleo informal, las mujeres tuvieron una reducción de más del doble que los hombres. Las dominicanas perdieron el 7,5% de sus empleos mientras que los hombres solo el 4.9%.

Fuente: BID

Sin embargo, la cifra más alarmante en este escenario corresponde a la población femenina que luego de un año sigue sin regresar a la actividad laboral. El 58% de nuevos inactivos fueron mujeres, siendo el principal motivo de inactividad el trabajo de cuidado no remunerado o responsabilidades familiares.

En República Dominicana, 241,000 mujeres cayeron en situación de inactividad laboral. “El cierre de escuelas para evitar la propagación de la covid-19, mientras se reabre la actividad laboral, ha aumentado el número de mujeres que reporta el cuidado de los hijos como el motivo de no buscar empleo, lo que hace necesario desarrollar políticas de cuidado que reduzcan la feminización de la pobreza”, sostiene el estudio.

Y el panorama para el resto del mundo es bastante similar.

Las 6 estrategias para cambiar estas cifras a favor de la mujer dominicana

El Inter-American Development Bank, habla a este respecto y da 6 estrategias concretas que pueden ayudar a los países a fomentar el empleo femenino de calidad:

Expandir la oferta de servicios de cuidado. Centros de cuidado infantil y educación preescolar públicos y de calidad, escuelas en horario extendido y servicios de cuidado para adultos mayores.

Con esta estrategia comenzaríamos a socavar la cifra de mujer dominicana que no regresan a los puestos de trabajo por cuidados de la familia. Estos motivos afectan solo a un 1.2% de la población de hombres dominicanos, lo que expone el factor cultural detrás de la brecha de género.

Ampliar y balancear las licencias por maternidad, paternidad y cuidados con partes intransferibles para evitar profundizar en los roles de género tradicionales especialmente en Latinoamérica.

Actualmente se reconoce que la Ley no da respuesta a las necesidades e intereses de las mujeres. Recientemente Colombia aprobó en su Congreso, un proyecto de Ley que fomenta la inclusión laboral de la mujer en sectores como el agropecuario, transporte, construcción, ciencia, minas, entre otros. Convirtiéndose en un modelo que sirve de ejemplo para otros países de Latinoamérica.

Extender la educación a los grupos desfavorecidos de la población, incluidas las mujeres. En República Dominicana las cifras de mujeres en condiciones de alfabetización ha aumentado significativamente, de hecho un 93.08% de las mujeres saben leer, escribir y/o están recibiendo estudios, de acuerdo a cifras de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE).

En República Dominicana un 93.08% de las mujeres saben leer, escribir y están recibiendo estudios

Sin embargo, con la llegada de la pandemia y la migración a un formato de educación digital, el índice de abandono escolar de las mujeres supera al masculino en el 18% por los mismos motivos antes expuestos en el abandono de las plazas laborales.

Promocionar la corresponsabilidad en el hogar para vencer los estereotipos de género. Este asunto tiene raíces culturales bastante fuertes, que sólo pueden ser revertidas si sembramos en nuestros hijos pensamientos de equidad.

Fomentar la flexibilidad laboral para compatibilizar el cuidado de niños y adultos mayores con el desarrollo de una carrera profesional teniendo una vez más cuidado para no reforzar los roles de género tradicionales.

Garantizar información y medios para la planificación familiar, ofreciendo acceso universal a educación sexual y a métodos anticonceptivos.

Al respecto de Human Rights Watch publicó un informe de 55 páginas titulado, «Adolescents Girl’s Sexual and Reproductive Health and Rights in the Dominican Republic». En él se invita a las autoridades a reforzar los programas de educación sexual que fomente la salud, y prevención de embarazos en adolescentes.

Disminuyendo esta cifra, podría reducirse la brecha de mujer dominicana jóvenes imposibilitadas de ocupar un puesto laboral por motivos de carga familiar.

El BID, actualmente está llevando a cabo una campaña especial para mujeres, cuyo objetivo es fomentar la reinserción laboral al aparato productivo. Este mes, lanzó este especial reconociendo el valor que tiene el liderazgo femenino en el mercado laboral.

La igualdad de género en el mercado de trabajo debe ser uno de los objetivos de política prioritarios para la región, ya que es uno de los factores de cambio más importantes para el desarrollo de los países. Porque no hablamos sólo de una cuestión de justicia, sino de crecimiento económico, productividad y bienestar para toda la sociedad.