El técnico de las Reinas del Caribe, Marcos Kwiek, en sus inicios proyectó cerca de 18 jugadoras para la disputa por el puesto para ser parte de la selección que representará al país en los Juegos Olímpicos Tokio 2020, mientras que, el director de Selecciones Nacionales Femeninas de voleibol, Cristóbal Mare, apostó a poco más de 20 jugadoras.
Luego de una histórica participación en la Liga de Naciones 2021 en Italia, las reinas obtuvieron el sexto lugar entre los 16 países participantes. Por lo que fueron recibidas con gran alegría en el Palacio Nacional por el Presidente Luis Abinader y la Primera Dama.
Cerca de 235 millones de pesos han sido destinados por el Gobierno, para la participación de los atletas dominicanos, tanto en los Juegos Olímpicos, como en los Juegos Panamericanos Juveniles. Y vaya que lo vale, si vamos más allá de la representación deportiva y miramos el impacto que tiene el deporte en la vida de las personas; más aún luego de un año tan difícil como lo fue el 2021.
La dominicana Priscilla Rivera, es una historia entre otras que coexisten en el equipo. Conocida como la fogosa capitana de las ‘Reinas del Caribe’, y parte de este «gran viaje». Para ella ha significado mucho el permanecer por más de 20 años enfundada en la camiseta de la selección de voleibol y ahora, ha llegado su ‘partida definitiva’ este año como jugadora activa.
Luego de que el conjunto dominicano se clasificara para sus terceros Juegos Olímpicos, Rivera decidió que después de Tokio y de la Copa Panamericana, que se disputará en Santo Domingo este octubre, su carrera en las canchas habrá concluido.
Conocida por el esfuerzo extra que desplaza a la hora de competir, confiesa en una entrevista especial a la prensa, su fascinación al verse rodeada de «tantas estrellas» como el suizo Roger Federer, cuando la plantilla participó en sus primeros Juegos Olímpicos, Atenas 2004.
Hoy, República Dominicana cuenta con el lujo de que entre las primeras diez mejores jugadoras del mundo, hay tres dominicanas: Brenda Castillo, Branyeli Martínez y Bethania de la Cruz. Ahora, queda ver el rendimiento de las deportistas en Tokio, con un ‘enhorabuena’ para despedirlas y desearles lo mejor.
Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 será la tercera participación olímpica del voleibol femenino de la República Dominicana, tras las de Atenas 2004 y Londres 2012. Las puertorriqueñas vieron frustrados sus planes de volver a jugar a nivel olímpico, tras su debut en los JJOO de Río de Janeiro de hace cuatro años; las Reinas del Caribe tienen opciones de medalla en Tokio 2020. Y, si consiguen subirse al podio, lograrían dos hazañas: la primera presea del deporte femenino dominicano y la primera por equipos.
