En el mundo del espectáculo nada es para siempre, y el Show de Ellen DeGeneres está llegando a su fin y con ello también el fin de sus ingresos de US$ 50 millones al año. Lo que realmente ha llamado la atención del mundo son los motivos del cierre del programa, que superan una simple salida por la puerta grande, por el contrario es provocado por múltiples errores que ahora representan valiosas lecciones de liderazgo.
El rating cayó más del 40%, o de un promedio de 2,6 millones de espectadores la temporada pasada a 1.5 millones esta temporada.
Este último año Ellen tuvo que enfrentar una controversia. Sus ex empleados alegaron racismo e intimidación, lo que chocó con la imagen hasta ahora impecable de la presentadora. Pero su caída no termina allí, en los últimos 6 meses de la temporada actual del programa, el rating cayó más del 40%, o de un promedio de 2,6 millones de espectadores la temporada pasada a 1.5 millones esta temporada, según un informe del New York Times.
La noticia que pone fin a su show, que se ha televisado por 19 años, salió a la luz en una entrevista en el ‘Hollywood Reporter’ para luego hacerlo oficial en su programa. «Los últimos 18 años han cambiado mi vida. Todos ustedes han cambiado mi vida. Siempre les estaré agradecida por vernos, por reír, por bailar y, a veces, por llorar. Este programa ha sido la mejor experiencia de mi vida. Y todo se lo debo a ustedes», dijo dirigiéndose a los espectadores en un monólogo cargado de humor, pero sin ninguna mención a la controversia que la rodea desde hace varios meses.
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Aunque la estrella menciona que es una decisión que llevaba tiempo en sus planes, esta se materializa luego de un año de mucha controversia. Entonces, ¿cuáles fueron sus errores de liderazgo? Y, ¿qué lecciones de liderazgo podemos sacar de todo esto?
1. Ambiente de trabajo tóxico. Los testimonios de 10 ex trabajadores y un empleado del show, acusaban a la estrella de generar y permitir un ambiente de trabajo en el que el acoso, los comentarios racistas las penalizaciones por acogerse a bajas por enfermedad y las microagresiones eran habituales. Además, fue acusada de lucir actitudes muy diferentes entre la cámara y lo que ocurría en bastidores.
2. Culpa ‘in vigilando’. Tres de los principales productores del programa, Ed Glavin, Kevin Leman y Jonathan Norman, se vieron obligados a abandonar sus puestos después de que WarnerMedia, la empresa responsable del show, abriera una investigación para esclarecer los hechos. DeGeneres falló en la supervisión del trabajo y el comportamiento de sus tres personas más allegadas.
La lecciones de liderazgo de Ellen DeGeneres
3. Disculpas en pequeño. Unos días después de que iniciara la polémica, la estrella envió una carta a su staff en la que admitía errores, pero no de manera personal. «Me alegro de que los problemas del programa hayan llegado a mi conocimiento», con esto sólo logro aumentar el descontento de su equipo y algunos invitados como Brad Garrett o Lea Thompson, que no solo confirmaron los rumores, sino que apuntaron directamente a la estrella.
DeGeneres tuvo que volver a pedir perdón en una videoconferencia ante más de 200 empleados. Esta vez, asumió parte de la responsabilidad. «Soy una persona compleja y trato de ser mejor cada día y aprender de mis errores. He oído que algunas personas sienten que no siempre he sido amable con ellos o que quizá he sido demasiado cortante o impaciente. Pido perdón si he herido los sentimientos de alguien».
En septiembre, DeGeneres volvió a reiterar sus disculpas en el primer monólogo de la temporada. Sin embargo, era demasiado tarde. La polémica ya se ha cobrado su precio, con un millón de espectadores menos para su programa.
¿La máxima lección de liderazgo? La capacidad de asumir los retos y culpa debe ser proporcional a la de asumir el éxito de aquello que emprendas. Lamentablemente tuvo que morir una estrella, para dar una dura lección de liderazgo. ¿Ahora qué sigue para Ellen DeGeneres?
