[stock_market_widget type="ticker-quotes" template="background" color="blue" assets="AAPL,GOOG,FB,TSLA,PYPL,MSFT,AMZN,INTC,CMCSA" speed="50" direction="left" pause="true" api="yf" style="background: #000100;font-size:13px;padding-bottom: 0;"]
Lifestyle

Naomi Osaka enciende la llama olímpica y de la equidad de género en los JJOO Tokio 2020

23 julio 2021

La verdadera diversión acaba de comenzar, los atípicos Juegos Olímpicos de Tokio 2020 tuvieron su ceremonia de apertura sobria y sin público, pero llena de muchos momentos inesperados y dignos de resaltar, como la aparición de la tenista Naomi Osaka.

Ante la vista de cientos de incrédulos, los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, los más esperados, los únicos aplazados, los primeros de la historia en celebrarse en un año impar, ya están en marcha tras las dudas provocadas por el covid-19 y pese a las alertas de la OMS.

La controversial tenista japonesa Naomi Osaka, ha sido la última en llevar la antorcha olímpica que dio vida a la réplica del monte Fuji en el centro del Estadio Olímpico de Tokio. Osaka recibió la antorcha al pie de las escaleras, se elevó ceremoniosamente y se giró para traspasar el fuego olímpico que iluminará el planeta Tierra durante los próximos 17 días.

La apuesta por la inclusión presidió también el siempre largo desfile inaugural, pese a que muchas delegaciones aparecieron mermadas en número, solo con deportistas y sin técnicos o personal de apoyo. El COI permitió que un hombre y una mujer compartieran bandera, y casi todos los países se apuntaron a ese ejercicio simbólico de la igualdad. Las excepciones que solo apostaron por un hombre fueron escasas: Emiratos Árabes, Etiopía, Omán, Samoa, Djibuti, Surinam, Tajikistan, Vanuatu, Brunei y Libia. Hasta países improbable como Irak, Irán, Catar y Kuwait, donde los derechos de las féminas no se respetan, se sumaron a la iniciativa.

La tenista que rompió el silencio en torno a la salud mental en los deportes de élite, se convirtió en la primera figura del tenis en encender un pebetero olímpico, un reconocimiento que recibe tras los meses complicados de su brillante carrera. «Sin duda es el mayor logro deportivo y honor que tendré en mi vida», agradeció después Osaka a través de Twitter. «No tengo palabras para describir los sentimientos que tengo en este momento, pero sí sé que estoy llena de agradecimiento y gratitud».

Nacida el 16 de octubre de 1997 en la ciudad japonesa de Osaka, Naomi abandonó el país asiático a los tres años para instalarse en New York con su padre de origen haitiano, Leonard François, su madre japonesa, Tamaki, y su hermana Mari.

La deportistas que hace tres años inauguró un palmarés que suma dos títulos del Abierto de Estados Unidos (2018 y 2020) y del de Australia (2019 y 2021), también venció su timidez el año pasado, para ser la primera figura de su deporte en dar un paso adelante para protestar contra el crimen del afroestadounidense George Floyd y unirse al parón que protagonizaron los jugadores de la NBA y otras ligas.

Con su perfil mestizo y sus precoces logros, Osaka ha suscitado un enorme interés en los últimos años de grandes marcas, que la convirtieron el año pasado en la deportista mujer mejor pagada a nivel mundial. En Japón ella es también un símbolo de las reivindicaciones a favor de los «hafu», palabra que deriva del término mitad y con la que se refieren a los mestizos.

Los hijos de matrimonios mixtos, que representan apenas un 2% de los nacimientos anuales en Japón, todavía sufren fuertes prejuicios raciales, como lo ilustra la propia historia de los padres de Osaka, cuya unión fue difícilmente aceptada por la familia de su madre. (KR)

Suscríbete a la revista y regístrate a nuestros newsletters para recibir el mejor contenido en tu buzón de entrada.

CONTINÚE LEYENDO

Related Posts

Next Post