What’s next?: el ocaso del poder de Angela Merkel

Por Karime Rivas | septiembre 7, 2021

En casi un mes, Alemania celebrará elecciones generales y Angela Merkel abandonará el cargo que la convirtió en una de las mujeres más influyentes de Europa. Con 67 años ella no muestra ni una pizca de duda o temor en atravesar este cambio de vida, y muchos se preguntan cómo usará su influencia o su red diplomática para afrontar esta nueva etapa.

Angela Merkel
Fotografía: The Independent

Los expertos aseguran que es el fin de una era. Ya son 16 años frente al gobierno alemán, pero también liderando las grandes decisiones que han marcado a la Unión Europea, Angela Merkel da cierre a este capítulo para darle paso a nuevos liderazgos que el próximo 26 de septiembre se estarán disputando el gobierno alemán en las urnas de votación. Mientras otra mujer, Annalena Baerbock, aspira a sucederla, es alta la vara a la que cualquier candidato que resulte electo debe llegar o superar.

La trayectoria política de Merkel es excepcional: ha gobernado Alemania durante cuatro legislaturas, ha ganado todas las elecciones a las que se ha presentado y su índice de popularidad nunca ha bajado del 50%. Es la líder más valorada por los ciudadanos, muy por encima de los tres candidatos que aspiran a sucederla en estas elecciones. Mientras estuvo al frente de la primera economía europea y la cuarta del mundo, Merkel ha enfrentado graves crisis y ha tomado decisiones con consecuencias para toda la Unión Europea. Su gobierno será recordado por políticas estrictas de austeridad impuestas a los países del Sur (España, Portugal, Italia, Grecia) tras la crisis de 2008, pero también por dar vía libre al mayor plan de estímulos de la historia para que la Unión plantase cara a la crisis del covid-19.

Angela Merkel
Fotografía: DW

De momento, Merkel, que recientemente ha visitado Estados Unidos y Reino Unido en un pequeño tour de despedida y que permanecerá en funciones hasta que se forme un nuevo ejecutivo, no ha dado excesivas pistas. «El trabajo ocupa todo mi tiempo, especialmente durante la pandemia, así que no tengo tiempo de pensar en lo que haré después. Dormiré un poco, daré paseos al aire libre y pensaré en lo que quiero hacer. Lo haré con mucho gusto, pero por ahora, estoy contenta de seguir haciendo mi trabajo”, zanjó en mayo cuando los periodistas le interrogaron sobre la nueva etapa que comienza ahora.

Uno de los mayores temores del partido hasta ahora liderado por Angela Merkel, es ver cómo su candidato, Armin Laschet, se asoma al abismo de devolverles a ser el partido de la oposición. Sin embargo, todo esto parece ajeno a las preocupaciones de Merkel quien espera seguir residiendo en Berlin, en el apartamento del Mitte del que siempre se ha negado a mudarse y que comparte con su marido, el químico cuántico Joachim Sauer, que a sus 72 años ha extendido su contrato en la Universidad Humboldt hasta finales de 2022. Pero, probablemente, a partir de ahora pasará más tiempo en su segunda residencia con jardín de Hohenwalde, donde hasta ahora descansaba los fines de semana.

Fotografía: semana.com

Es bastante extraño pensar en una versión de Merkel fuera de la vida pública. Según Reuters, Merkel ha insinuado que podría jugar un papel en ‘Fit for 55’, el plan de protección medioambiental de la Unión Europea. Tendría sentido, teniendo en cuenta que su compromiso medioambiental viene de lejos. Por la misma razón, es razonable descartar que vaya a aceptar ofertas de la industria energética como hizo su predecesor, el canciller socialista Gerhard  Schröder.

Angela Merkel
Fotografía: The Independent

Sin embargo, no todos consideran satisfactorio su desempeño en la gestión del impacto climático. Uno de los mayores reproches que le hacen los expertos a la canciller es su falta de visión para acometer reformas necesarias para la economía alemana. Christoph M. Schmidt, presidente del Instituto Leibniz de Investigación Económica (RWI) de Essen, lo achaca al hecho de haber tenido que lidiar con una crisis tras otra: “Cuestiones urgentes para el desarrollo futuro de la economía alemana, como la mitigación del cambio climático, moderar las consecuencias del envejecimiento demográfico o impulsar la digitalización solo se han abordado de forma titubeante. En estos aspectos, sus sucesores tendrán mucho trabajo por delante”.

Otro posible final para reconocida líder europea, reposa en su legendaria austeridad y discreción que también podrían cristalizar en una retirada silenciosa, con una agenda restringida, pocos eventos públicos y alejada del escaparate mediático. Desde luego, la jubilación la tiene garantizada, después de 16 años liderando la cancillería y tres décadas como diputada en el parlamento alemán. Con un sueldo mensual que rondará los 15.000 euros, Merkel contará, además, con su propio equipo de seguridad, un coche oficial con chófer y una oficina en la que estará asistida por un staff de cuatro personas. Un posible final modesto pero para nada incómodo. (NF)