Buscar trabajo es una labor complicada, que exige intuición, acierto y dedicación. Al otro lado de la mesa, encontrar al candidato perfecto para una posición requiere las mismas habilidades. Escalar una montaña de candidaturas y currículums puede resultar tedioso. Cada aspirante trata de mostrar sus mejores cartas, escondiendo posibles debilidades entre una lista de títulos, datos y experiencias que el empleador debe valorar. Una tarea complicada. Por ello, si te enfrentas a esta ardua labor, te ofrecemos una serie de consejos básicos que pueden ayudar a facilitar el proceso y elegir el mejor CV, especialmente cuando el tiempo apremia.
Una forma efectiva de realizar una criba inicial es añadir una instrucción que se debe cumplir al aplicar al puesto. Puede ser comenzar la carta de presentación con una frase concreta, ordenar el CV de una forma determinada, responder a una pregunta directa en la aplicación, un pequeño test…
De esta forma, se podrá descartar rápidamente a los que están aplicando a un número amplio de compañías sin detenerse a estudiar la posición o la oferta.
Otra opción, si encaja con le ADN de la empresa, es añadir una pregunta de corte creativo a la propuesta. También existe la posibilidad de pedir un video corto. De esta forma, el empleador obtendrá una primera impresión de los candidatos, pudiendo dejar en el camino a los que no cumplan las expectativas. Así, la lista se reducirá antes de entrar de lleno en los CV.
La empresa de gestión de talento Morgan McKinley señala cuatro banderas rojas que, como mínimo, deberían encender tu luz de alerta si las detectas en un CV:
En el caso de que no dispongas de tiempo para que el proceso de búsqueda sea todo lo exhaustivo que te gustaría, podrían ser útiles para seguir reduciendo la lista de aspirantes
Decide algo que sea imprescindible en el candidato que estás buscando. Puede ser una formación específica, una competencia, una característica personal, un programa que debe manejar… Una vez detectada esa clave, descarta los candidatos que no la mencionen en sus currículums o cartas de presentación. Es otra herramienta que puede agilizar el proceso.
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Una vez realizada la criba inicial, es importante entender que la mayoría de candidatos tratará de lucir en su CV una sólida experiencia, con una brillante formación y una amplia lista de puestos importantes. Así, y siempre dependiendo de las necesidades, suele ser recomendable valorar los logros por encima de las posiciones y las calificaciones. Estos suelen aparecer en las descripciones de cada puesto, por lo que es una parte fundamental del currículum.
Al margen de esa cualidad imprescindible que no puede faltar en los CV (apartado 3), es interesante que elabores una lista de habilidades o características que vas a priorizar. Incluso, puedes asignarles puntos, con el objetivo de que sea una herramienta útil para hacer una clasificación rápida de candidatos. Puede servir para eliminar los que no alcancen un mínimo, y para detectar si hay algunos que destacan por encima del resto. La búsqueda seguirá cerrándose.
Con un número de currículums ya reducido, una buena idea para seguir afinando la selección es solicitar material adicional al CV y la habitual carta de presentación. El objetivo es conocer con ejemplos prácticos cuáles son las habilidades y logros de los aspirantes. Se puede pedir un tipo de documento concreto, o dejarlo a elección de cada candidato, permitiendo que demuestren que son la persona ideal entre el aluvión inicial de solicitantes.
Por Borja Santamaría.
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