La realidad virtual (RV) estaba comenzando a tomar impulso antes del covid-19, pero la pandemia y la tendencia hacia el trabajo a distancia ha acelerado la necesidad de herramientas más creativas a la hora de capacitar a la personas en una organización.
Las personas aprenden de mejor forma al hacer y al recibir retroalimentación cuando cometen errores, por lo que esas líneas laborales de alto riesgo naturales para este medio.
Sin embargo, durante los últimos años, el costo de desplegar la realidad virtual se ha desplomado, y la tecnología se ha expandido a un uso más general en corporaciones de la lista Fortune 500, donde empleados que trabajan en industrias como las de la logística, las ventas al menudeo y el servicio a clientes están practicando con cascos de realidad virtual para mejorar en sus trabajos.
Hay cientos de estudios académicos sobre entrenamiento procedimental, y la literatura está lo suficientemente madura como para incluir varios metaanálisis. Por ejemplo, que comparan con otras técnicas al entrenamiento quirúrgico por realidad virtual.
Los hallazgos generalmente respaldan la equivalencia entre el entrenamiento por realidad virtual y el que se realiza cara a cara, los ahorros económicos de la RV o la menor cantidad de tiempo necesaria para entrenar con RV a comparación de hacerlo con técnicas tradicionales, y aplicaciones más amplias de esta investigación académica hacen eco de estas tendencias.
Durante el último año, se ha incrementado la demanda de entrenamientos en “habilidades suaves” para mejorar el servicio a cliente y las habilidades gerenciales. Por ejemplo, muchos estudios han usado realidad virtual para enseñar a hablar en público.
Considerando lo costoso que es el reunir una sala llena de personas reales, la realidad virtual cambia el juego en términos de facilidad y costo.
Además muestra un singular equilibrio en los experimentos, pues es lo suficientemente inmersiva como para que las personas tomen el entrenamiento en serio.
Pero también ofrece un entorno seguro donde los aprendices estén menos cohibidos acerca de hablar con franqueza, a comparación de lo que sucede al hablar con personas reales.
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