En Occidente se maneja la idea de que nuestro cuerpo es materia y nada más. La realidad es distinta. Estamos compuestos de elementos que exceden el cuerpo físico, con tejido conectivo y órganos. Contamos también con un cuerpo mental, uno emocional y otro compuesto por la energía. Así, suponen una parte importante de nuestra salud.
Según reseña el sitio web Mejor con Salud, los chakras constituyen la base de una de las formas de terapia complementaria de origen oriental que en los últimos años se han popularizado en estas latitudes. El concepto de chakras hace referencia a centros de energía inmensurable situados en el cuerpo. Si bien las evidencias sobre su seguridad y eficacia aún son limitadas, los testimonios de quienes las han probado destacan su capacidad para promover el bienestar, despertando así el interés de pacientes y profesionales de la salud.
El término procede del hinduismo y significa «círculo» o «disco». Existen siete principales, distribuidos a lo largo de la columna vertebral. Juntos forman la columna del cuerpo sutil, conocido como Sushumna Nadi, conectada con la columna física a través de la médula espinal.
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A su vez, los chakras se van entrelazando unos con otros gracias a los nadis o canales energéticos. La palabra «nadi» significa tubo o arteria en sánscrito. Estos forman, junto con los chakras, el sistema energético no material de nuestro organismo. A través de este, circula la información emocional y el prana o energía vital.
En India se cree que el aire inhalado (conocido como energía prana), recorre el cuerpo dándole fuerza a los centros de energía. Los chakras reciben, acumulan y distribuyen el prana o energía vital, para optimizar las funciones de varias partes del cuerpo. Este sistema ha sido utilizado como recurso en la medicina alternativa y ha contribuido a mejorar ciertas dolencias y problemas de la salud.
El cuerpo tiene siete chakras distintos, cada uno con su propio propósito, significado y color. Se cree que estos son una fuente de poder o energía vital dentro del cuerpo, que pueden crear enfermedades e infelicidad cuando se enturbian o desequilibran.
Estos deben limpiarse uno por uno, comenzando con el chakra raíz y trabajando hasta el de la corona, a través de la meditación en la que se visualiza cada chakra. En la filosofía del yoga y otras disciplinas que parten del trabajo energético, a cada chakra se le han asignado ciertos órganos, sistemas y partes de correspondencia. Manifestar molestias recurrentes en ellos es una buena forma de ubicar qué centros energéticos ayudaría a trabajar para que con su balance beneficien también la salud física.
Por Normedy Gallardo. Artículo publicado en la revista especializada en salud MediHealth.
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