La industria cosmética ha sufrido varios cambios en el último año. La pandemia ha transformado los hábitos de consumo, haciendo al público más exigente con respecto a la calidad y los valores de marca, con especial énfasis en la diversidad.
Al respecto, Griselda Ramos directora de Sustentabilidad de Natura México, asegura que uno de los pilares del modelo de negocio ahora es la diversidad. Cabe recordar que México es el tercer país con mayor índice de producción, ventas y exportación de cosméticos.
“Lo que estamos buscando es ser un poco más disruptivas, pensando en las personas que compran y venden para desarrollar nuestros productos. Son personas reales que son de una forma, no como la industria misma aspira a que sea su mercado»
La industria está descubriendo un crecimiento en las ventas en aquellos productos que buscan blanquear, eliminar arrugas, homogeneizar a la gente de acuerdo a estándares de belleza aspiracionales; por ello han optado por desarrollar productos que no tengan esas denominaciones, ni antiarrugas, ni nada de aclaramiento, ni ninguna otra cualidad que responda a un estereotipo.
“Estamos buscando ser un poco más disruptivas, pensando en las personas que compran y venden para desarrollar los productos. Son personas reales que son de una forma, no como la industria misma aspira a que sea su mercado. Por eso hablamos mucho más de la diversidad en nuestra publicidad, en la que también incluimos modelos hombres que deciden usar maquillaje o mujeres que pertenecen a distintos grupos étnicos”, agrega.
Sin embargo, la inclusión más allá de las buenas intenciones, es rentable para la industria cosmética. Antes de que Natura Faces saliera al mercado, una submarca cuyo foco está en la diversidad, la marca realizó varios estudios de mercado y la respuesta fue muy positiva. No hay forma en que se pueda evadir este rubro.
Más allá de los grandes corporativos, hay personalidades que han sabido identificar las oportunidades que tiene el mercado de la diversidad. Rihanna creó su propia marca de maquillaje llamada Fenty Beauty, que cuenta con al menos 40 tonos de color para la base.
«Antes de que surgiera Fenty había solo tres bases que podía encontrar que igualaba el color de mi piel y solo una correcta para mi subtono de piel. Eso es terriblemente frustrante», dijo Rihanna cuando lanzó su marca, en el 2017.
Another Company realizó un estudio en el que analizó la conversación digital alrededor de la industria cosmética en México, Argentina, Chile, Colombia, México y Perú. En el que destacad que la inclusión s un factor de compra para al menos el 27% de las personas encuestadas.
De hecho, se descubrió que en la medida que se ha cuestionado la configuración de roles de género, han surgido nuevas prácticas que permiten a mujeres, hombres e identidades no binarias mostrar diversos comportamientos de sí mismos en donde el maquillaje y el cuidado de la piel tienen un rol central.
La irrupción femenina en la producción de la cosmética exige que se promueva una imagen «más real» de su género. En cifras, cerca del 78% de las consumidoras encuestadas se han sentido presionadas por seguir los estándares de belleza impuestos por la sociedad, que tienen que ver con la juventud eterna y la piel blanquecina, mientras que en el caso de los hombres la cifra fue de 71%.
«También hay hombres que se esfuerza por erradicar los códigos de masculinidad tóxica y ahora hay una mayor apertura a comportamientos que históricamente habían sido asociados exclusivamente a la mujer, como hombres que se pintan las uñas o que cuidan de su piel”, dijo Luis Ebenezer, vicepresidente de Estrategia y Experiential Marketing de Another Company.
En esta misma onda se encuentra la marca mexicana Pai Pai, que fue fundada en 2013. Esta marca en redes sociales, además de presumir ser 100% libre de crueldad animal, muestra a hombres utilizando sus productos y aunque el 95% de las clientes son mujeres, estas se han interesado más en el producto desde que comenzaron a mostrar mayor diversidad.
Empresas pequeñas como Pai Pai tienen una mayor capacidad de reacción respecto a la producción, es vital para escuchar las necesidades de los consumidores y también de demandas legítimas sobre el tratamiento de las marcas alrededor de los conceptos de «belleza» y «bienestar».
Aún así, la marca fue criticada en octubre del año pasado cuando escogió un nombre para una paleta de sombras, que muchas personas calificaron de racistas. Meses después Pai Pai detuvo la producción de este producto, y se vio obligado a reconocer públicamente su error. Aún así, fue necesario tomar otras medidas como capacitar a todas sus áreas operativas y directivas en materia de igualdad y discriminación, además de recibir asesoría de parte del Seminario de Violencia del Colegio de México.
Esta transición para muchas de las empresas es ir mucho más allá de contemplar la diversidad como parte de sus productos, a través de cambio de lenguaje o la inclusión de nuevos tonos para la piel. Es una educación completa, para generar un cambio de paradigma sólido en toda la estructura organizacional de las empresas fabricantes y distribuidoras.
Después de un año con grandes retrocesos para la industria cosmética, provocado por el considerable descenso en las ventas por el confinamiento y el uso del tapabocas, la industria cosmética de República Dominicana se presenta como un segmento con gran potencial de crecimiento.
El sector fabricante de cosméticos en dominicana durante el 2019 obtuvo US$ 67,4 millones en exportaciones
El sector fabricante de cosméticos en dominicana durante el 2019 obtuvo US$ 67,4 millones en exportaciones, además cuenta con 166 empresas manufactureras registradas; de estas el 34% son mipymes que generan aproximadamente 2,600 empleos directos y más de 190 mil indirectos.
El sector de los cosméticos, se abre una puerta hacia la industrialización, a ser un producto que represente al país en el mundo. Actualmente, República Dominicana está exportando cosméticos a 50 países, entre estos Estados Unidos, Puerto Rico, Panamá, España, Aruba, Cuba, Suiza, San Martin, Bahamas e Islas Vírgenes y Haití.
