De mujer ‘hipersensible’ a líder excepcional: ¿cómo manejar las emociones asertivamente?

Por Karime Rivas | diciembre 16, 2021

La hipersensibilidad puede ser considerada una debilidad en estos tiempos y asociado a personas que no saben manejar las emociones. Cerca de un 20% de las personas son hipersensibles. Esto a priori puede entenderse con un rasgo negativo en los entornos laborales, pero lo cierto es, que puede convertirse en una característica clave de liderazgo gracias a la creatividad y la capacidad empática que diferencia a estos profesionales.

La hipersensibilidad es mucho más que estallar en sentimientos. Cosas como el ruido de los niños jugando, los olores fuertes de comida o perfumes, los tejidos de la ropa o los colores llamativos pueden resultar muy incómodas para estas personas. Y aunque puedan parecer reacciones exageradas y de personas que no pueden manejar las emociones, según la psicóloga estadounidense Elaine Aron, autora del libro The Highly Sensitive Person, recoge que las personas sensibles tienden a percibir la información de manera más profunda.

 

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Recientemente, el diario británico The Guardian llevaba a cabo una encuesta entre sus lectores en la que participaron más de 300 personas. Muchos de ellos coincidían en el mismo sentimiento: lo complicado que era sintonizar sus emociones con las de su entorno, un ejercicio que muchos llegaron a calificar de ‘agotador’.

Un plus que le da valor a las líderes

Según la psicóloga clínica Genevieve von Labs las personas con hipersensibilidad, captan mucha más información de lo habitual de los diferentes estímulos que les rodean hasta sentirse sobreestimulados y abrumados. Sin embargo, lo que a priori puede parecer problemático, no debe percibirse como una debilidad. Según la experta, la hipersensibilidad puede aportar muchas cosas a un equipo de trabajo u organización.

 

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«Estas personas son muy conscientes de sí mismas, tienen una gran capacidad de empatía. Y eso es realmente bueno en los roles de liderazgo. A menudo son personas creativas, por lo que podrían ser los visionarios de nuestro mundo: se les ocurren formas de pensar alternativas a la corriente principal. Tienen un sentido muy fuerte de la justicia y la equidad. Son muy buenos escuchando y cuestionan las reglas que no tienen sentido. Son muy perseverantes porque están atentos a los detalles. Y en este momento, necesitamos este tipo de habilidades y conciencia», explica la experta.

Esto con frecuencia les hace sentirse más abrumadas, y les lleva a una mayor tendencia al estrés, necesitando la soledad para superarlo y manejar las emociones. También son más propensas por ello a la ansiedad y la fatiga.

Estas personas cuentan con mayor empatía por lo que pueden dejarse arrastrar por las malas actitudes de alrededor. Al ser más observadoras de forma natural, entienden mejor el lenguaje no verbal. Aproximadamente el 70% de ellas tienden a la timidez. Y son más precavidas, no se lanzan a la aventura sin antes detenerse a observar.

¿Cómo utilizar esto a tu favor?

Reconocer algo como la hipersensibilidad puede ser difícil según el grado de prejuicios que hayas asumido como verdades. Si tu personalidad es altamente sensible, empezarás a entender que tu rica vida interior, tu espiritualidad, la conexión con tu inconsciente a través de tus vívidos sueños, y tu creatividad, juegan a tu favor. Mientras que tu autocrítica y perfeccionismo provocados por la autoobservación profunda, pueden perjudicar seriamente.

«Trabajando tu desarrollo personal, especialmente tu autoestima y tu asertividad, podrás liderar a tu equipo haciendo que ser muy sensible sea uj punto a favor»

Todas las personas sin excepción debemos trabajar en nuestro desarrollo personal. Ahora existen muchas fuentes informativas, que te pueden ayudar a identificar si tu personalidad es altamente sensible, de tal forma sabrás enfocar tu desarrollo. Es importante que comprendas que no podrás ser una buena líder, si primero no lideras tu propia vida.

Lo primero es entender que no hay nada malo en ti, muchas mujeres se sienten culpables de la hipersensibilidad. Luego comienza por trabajar en tu asertividad, imprescindible para un buen liderazgo. Por otro lado, utiliza a tu favor tu alta capacidad de análisis, evitando caer en un exceso; aprovecha tu empatía para conectar con tu equipo, sin dejarte arrastrar por sus emociones negativas; y lograrás ser una líder excepcional, creando un fantástico ambiente laboral. (KR)