La filantropía efectiva plantea preguntas filosóficas sobre por qué y cómo donar; asume un riesgo calculado basado en el instinto para saber cuándo y a quién favorecer. La Fundación Tovar, Héctor José Rizek –miembro– y el Consejo Asesor que lo acompaña –compuesto de nombres ligados al arte de élite como María Amalia León, Alberto Cruz y Maribel Bellapart– han mostrado el camino a seguir.
Con la exposición «Tovar: Surrealismo vivo» la filantropía en nuestro país ha alcanzado cotas inéditas de sofisticación, cuajando uno de los mejores proyectos de divulgación artística jamás acometidos y ello para mayor gloria del arte de nuestro surrealista universal y del público que penetra en su mundo.
En palabras del protagonista de nuestra portada: «Nuestro objetivo es compartir un legado pictórico fundamental de un artista excepcional, caracterizado por cánones estéticos únicos y que hoy es una marca internacional del surrealismo, la muestra debe llegar al gran público, por eso hemos hecho alianzas que permiten que el precio de la entrada sea económico…llamo al país a desarrollar más su potencial en el arte y la cultura y crear un sentimiento de pertenencia de todos los artistas dominicanos».
Rizek lo ha logrado; así se gestó la TOVARMANÍA. (AA)
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